El martes 17 de septiembre continuas explosiones se hicieron sentir en el Líbano, dejando una gran cantidad de heridos y desbordando los hospitales de las grandes ciudades como Beirut. Esto fue debido a que los dispositivos de comunicación utilizados por Hezbollah para operar en las sombras, llamados “beepers”, fueron intervenidos previamente y programados para explotar.
Al analizar una operación de este tipo, es lógico pensar que el Mossad, servicio de inteligencia israeli fue el responsable, aunque ningún canal oficial del gobierno de Israel, ni de agencias de inteligencia se adjudicaron el episodio como propio.
Además de dejar una gran cantidad de heridos y unos tantos muertos dentro de las filas de Hezbollah, entre ellos altos mandos del grupo, lo que se logró con esta operación es cortar la red de comunicación del grupo. De esta forma se anuló, al menos por un tiempo, su capacidad de actuar contra Israel, dándole una ventaja temporal a las FDI para planear su estrategia ante un enemigo que se encuenta en un estado de conmoción interna.
La humillación para Hezbollah ha sido total ya que estos dispositivos “beepers” que utilizaban, parecen estar intervenidos desde su fabricación. Los rumores indican que una empresa fantasma húngara llamada BAC consulting, controlada por agentes israelíes, adquirió estos dispositivos de una empresa de Taiwán. De este modo, les habrían colocado material explosivo dentro de la batería y los habrían programado para hacerlos calentar con una señal, para posteriormente venderlos a Hezbollah.
Previo a la explocion, todos estos dispositivos recibieron una notificación, haciendo que sus dueños los tomen con las manos y así sufrir más la explosion. Las cifras indican que alrededor de unas 4.000 personas fueron heridas y unas 60 murieron por el ataque.
Al día siguiente, tuvo lugar una nueva ola de explosiones, en este caso afectando a personas en Líbano, Siria e Irán. En consonancia, el embajador irani en Líbano fue herido y trasladado de emergencia a Teherán para recibir atención médica.
Crisis en el Norte: el conflicto entre Israel y Hezbollah se intensifica
Esta operación desencadenó una nueva guerra que pareciera ser total entre Israel y el Líbano. En los ultimos dias los bombardeos aumentaron su frecuencia de ambos lados, haciendo que las FDI marquen el frente norte como el foco principal del conflicto, dejando en un segundo plano el frente sur con Gaza, donde la operacion ya pasó su punto mas critico.
El pasado lunes 23 de septiembre, las FDI ejecutaron mas de 1.300 bombardeos durante dia y noche contra objetivos especificos en todo el Libano, enfocandose en eliminar terroristas, arsenal explosivo, lanzadores de misiles e integrantes de las altas cupulas de mando de Hezbollah. Estos números son comparables a la Guerra del Líbano en 2006.
Se cree que con estos ataques de precisión a la estructura del grupo terrorista, Israel ha logrado destruir una parte significativa del arsenal explosivo y del recurso humano de Hezbollah.
Por su parte, los ataques con misiles realizados por Hezbollah, han activado las alertas no solo en el norte de Israel sino que han llegado a ciudades del centro, como Tel Aviv. Esto es una muestra del peligro que representa el rango de alcance de los misiles que opera el grupo terrorista.
Actualmente, la posibilidad de que el frente este se sume de manera total al conflicto representa el mayor peligro para Israel. En tanto, las milicias iraníes que operan en Irak y Siria son una amenaza constante para las defensas aéreas israelíes, que vienen haciendo un trabajo efectivo durante los últimos meses, evitando que los misiles impacten en zonas pobladas. De este modo, la posibilidad de que un volumen considerable de misiles provenientes del este, se sume a la gran cantidad que son lanzados desde el norte podría saturar las defensas causando una escalada total del conflicto.
Cada vez son más los países que sugieren a sus ciudadanos evitar viajar al Líbano como consecuencia del conflicto. Asimismo, el propio gobierno israelí está enviando mensajes a través de panfletos a los ciudadanos del sur del Líbano para que evacuen sus casas, ya que muchos lanzadores de misiles están ubicados en zonas residenciales para dificultar su detección.