El pasado miércoles, funcionarios griegos anunciaron que el país invertirá USD 27.000 millones durante la próxima década, en el marco de un proceso de modernización del aparato militar. En medio de las crecientes tensiones globales y las fricciones de larga data con su vecina Turquía, Grecia está a punto de encarar una reforma militar centrada en los sistemas de alta tecnología.
La iniciativa apunta principalmente a enfrentar la amenaza que supone Ankara, viejo rival de Atenas con el que las tensiones políticas son latentes. Según informó el Ministro de Defensa griego, Nikos Dendias, la piedra angular de la reforma estará basada en un sistema de defensa aérea denominado «Escudo de Aquiles».
Grecia y Turquía, ambos miembros de la OTAN, se encuentran desde hace décadas en un ciclo de tensiones y enfrentamientos debido a disputas territoriales en el Mar Egeo y el Mar Mediterráneo oriental. En 1974, tras un golpe de Estado en Chipre, Turquía invadió y ocupó el norte de la isla. Al día de hoy, las fricciones continúan pero existe una marcada asimetría en términos militares y económicos, que juega a favor de Ankara.
En el plano naval, Turquía se encuentra desarrollando una importante industria orientada a la autonomía estratégica. Recientemente, el gobierno de Erdogan anunció la construcción de un portaaviones de fabricación nacional, en el marco del Programa MILGEM.
En consonancia, la reforma que Grecia está a punto de encarar, busca pasar de los sistemas de defensa tradicionales a una «estrategia en red» de alta tecnología, enfocada en sistemas de misiles móviles operados por inteligencia artificial, drones y unidades de mando avanzadas. Estos elementos apuntan a reducir la dependencia de las flotas convencionales, dimensión en la que las asimetrías probablemente se harán notar en un futuro, ya que Turquía constituye un poder naval emergente.
«Lo que proponemos es un asunto existencial para el país: un cambio radical en nuestro enfoque de defensa, un cambio total de doctrina. Nos alejamos de la idea tradicional de que el Egeo se defiende únicamente con la flota” sostuvo Dendias ante el parlamento griego.
El plan también contempla una readecuación del esquema organizativo del aparato militar, fusionando unidades, cerrando bases consideradas «subutilizadas» y ajustando una estructura de mando sobredimensionada. Adicionalmente, estará centrado en la cooperación con Francia, Israel y Estados Unidos, principales proveedores militares de las fuerzas helénicas.