Recientemente, la República de India se transformó en el país más poblado del mundo, dejando atrás a la República Popular de China, con 1,4 mil millones de habitantes. De esta manera, Goldman Sachs (GS) prevé que su PBI se expanda con mayor dinamismo, y se transforme en la segunda economía más grande del mundo, únicamente detrás de China, para el año 2075. Cabe resaltar que, actualmente, se ubica en el quinto puesto.
India es un país que cuenta con una serie de atributos y capacidades que lo podrían transformar en la segunda economía del mundo. A continuación, desarrollaremos cinco factores que podrían apoyar la hipótesis sobre un crecimiento sostenido Indio, que le permita colocarse en el podio mundial.
Población
La creciente población India ha creado un mercado descomunal de consumidores, el cual tracciona el crecimiento del PBI. Un mercado interno masivo conlleva a una economía de mayor magnitud. Según la financiera GS, “el crecimiento de India ha sido impulsado principalmente por el consumo interno, que representa alrededor del 55-60% de la economía en general, además de las inversiones internas”. Sin embargo, según diversos análisis y consultoras, este elemento no es el único, y ni siquiera el más importante.
Tecnología e Industria
Desde hace unos años, India se ha transformado en una potencia tecnológica en lo referente a software. El origen de ello se rastrea en los 80s, cuando el país decidió incursionar en el rubro con mayor fuerza, generando técnicos informáticos que cobraban solo un 20% de lo que lo hacían sus homólogos en otras partes del mundo. Posteriormente, ha sido capaz de colocar satélites en órbita, lo cual les permite trabajar directamente con empresas occidentales de una manera eficaz y rápida, por un menor precio.
Con el tiempo, las grandes empresas tecnológicas del mundo se fueron instalando en la India, país que además desarrolló legislación especial para la atracción de inversiones en el sector y capacitó a parte de su población en el rubro. El sector indio del software crece con una tasa del 50% anual desde principios de los años 90 del siglo pasado, lo que le ha permitido convertirse en el segundo exportador, detrás de Estados Unidos, en esta industria, pues envía al exterior 70% de su producción.
Por otro lado, India busca aprovechar una creciente mano de obra a través de la atracción de industrias en el país. Muestra de ello, es el plan “Make in India”, lanzado por el primer ministro, Narendra Modi, en 2014, cuyo objetivo es atraer a los polos industriales más importantes del globo ofreciendo incentivos fiscales. Esto es particularmente atractivo para aquellos que, debido a la alta tensión geopolítica entre Estados Unidos y China, deciden retirarse del gigante asiático.
Democracia
El elefante asiático tiene el sistema democrático más grande del mundo. Si bien algunos analistas plantean a esto como un impedimento, ya que la India es un país heterogéneo y las decisiones deben tener legitimidad entre el grueso de la población para llevarse a cabo, este aspecto puede ser una gran ventaja. En este sentido, desde la BBC plantean que “el sistema indio, con su apego al imperio de la ley y la democracia puede ofrecer mejores incentivos a los inversionistas privados. De ahí que algunos piensen que es más probable que el “próximo Apple“, la empresa que revolucione la economía, aparezca en India antes que en China”.
Política Exterior
En relaciones internacionales, la India se presenta como un estado que a lo largo de su historia ha apostado por una autonomía estratégica en política exterior, una modalidad esencialmente pragmática. Suele apostar por buenas relaciones con sus vecinos, y un no alineamiento con las grandes potencias, a pesar de apoyar coyunturalmente a unas u otras según su conveniencia.
En concreto, forma parte del BRICS y, en ocasiones, se alinea con las potencias emergentes, apostando por un sistema internacional multipolar. Al mismo tiempo, sin embargo, suele tener relaciones muy buenas con Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, además de con países antagónicos entre sí, como es el caso de Israel e Irán, o Rusia y Estados Unidos. Esto es recibido por Occidente con buenos ojos, debido al sistema democrática indio y al contrapeso que India puede presentarle a China.
Transición energética
Según GS, la energía verde puede ser una gran oportunidad para la India. En este sentido, el país ya se ha fijado metas optimistas, como alcanzar emisiones netas cero para el año 2070 y que el 50% de la capacidad de generación de energía provenga de fuentes no fósiles para el año 2030. El gobierno también está impulsando la producción de vehículos eléctricos e hidrógeno verde, y tiene como objetivo alcanzar 500 GW de capacidad de energía renovable o limpia para el año 2030. Llevará tiempo, pero es una oportunidad debido al déficit energético que ostenta en la actualidad.
Conclusión
India tiene una importante ventana de oportunidad con el aumento exponencial de su población y la producción de software. Es clave que desde Nueva Delhi logren aprovechar el potencial de esta creciente población, aumentando su participación dentro de la fuerza laboral. Sobre todo, el principal objetivo es proporcionar condiciones básicas que permitan la capacitación y el desarrollo de habilidades de los habitantes, que han demostrado buenas aptitudes en el ámbito tecnológico.
Sin embargo, India enfrenta varios desafíos significativos en diferentes aspectos de su sociedad y economía, entre los cuales es menester mencionar el sistema social de castas, la pobreza, la falta de educación, salud e infraestructura, y el déficit macroeconómico.