Entre el 22 y el 26 de abril se celebrará la 77° Hannover Messe, la feria de ingeniería mecánica y eléctrica más grande del mundo. La inauguración contó con la presencia del canciller alemán, Olaf Scholz, además de la presidenta de la Comisión Europea Ursula Von der Leyen y el primer ministro de Noruega, país coanfitrión este año, Jonas Gahr Støre.
En esta edición se espera la participación de unas 200.000 personas que pasearan por los stands de empresas de más de 60 países. Entre ellas se incluyen importantes corporaciones internacionales como AWS, Bosch, Google, Microsoft, SAP, Schneider Electric y Siemens, así como líderes tecnológicos medianos como Beckhoff, Festo, Phoenix Contact, Rittal, SEW-Eurodrive y Harting además de 300 startups abocadas a nichos tecnológicos específicos. Las naciones con mayor cantidad de empresas participantes son: Alemania, China, Turquía, Estados Unidos e Italia.
El país anfitrión e histórico líder de la industria europea, especialmente en el sector químico y electromecánico, enfrenta un contexto complicado. El año pasado la producción industrial alemana cayó un 0,5% y se espera que en 2024 se contraiga otro 1,5%, mientras que para 2025 las expectativas no son mucho mejores.
Además de lideres empresariales la feria tiene un gran componente político, con ministros, cámaras empresarias y prestigiosos institutos de investigación. Por eso es por lo que Hannover se presenta como el lugar idóneo para escuchar los reclamos del importante sector industrial alemán.
La Federación de la Industria Alemana (BDI), reclamó reformas significativas para fortalecer a Alemania como emplazamiento empresarial. Su presidente, Siegfried Russwurm, afirmó que, si bien las medidas tomadas por el gobierno hasta ahora van en la dirección correcta, no son suficientes.
A pesar de los amplios subsidios a la energía con los que se combatió la suba récord de 2022, originada por las sanciones occidentales a Rusia tras la invasión de Ucrania, los industriales alemanes pidieron precios competitivos de energía que puedan mantenerse a largo plazo para permitir una correcta planificación.
El energético es el principal sector al que apunto el país socio de este año, Noruega. Su industria energética fue una de las más beneficiadas luego del recorte en la provisión de hidrocarburos rusos a Alemania. Su stand llevó el lema «Noruega 2024: Pioneros en la transición industrial verde» y le sirve para mostrarse como un socio energético innovador y confiable, con un compromiso para desarrollar soluciones en captura de carbono, hidrógeno verde y producción neutral en CO2.
También se hicieron reclamos por la elevada presión fiscal alemana, cercana al 40%, y los altos impuestos a las sociedades. Las empresas internacionales han perdido interés en invertir en Europa debido a los precios elevados de la energía; complejas trabas regulatorias; costos elevados en mano de obra, además de atractivos subsidios y exenciones impositivas en otros países.
Esto puede representar una gran oportunidad perdida para Europa, teniendo en cuenta el contexto de reestructuración de la cadena de suministro global motivada por el éxodo de empresas occidentales de China. Este fenómeno, descripto en algunas de sus dimensiones como “friendshoring” y “nearshoring“, ocurre producto de la puja comercial entre China y Estados Unidos que deriva en un repunte del proteccionismo, sustentado en argumentos de seguridad nacional, en las mayores economías del mundo.
“Hoy en día los nuevos proyectos de inversión tienen lugar sobre todo en el extranjero, por ejemplo, en Estados Unidos. Si no hacemos nada para contrarrestarlo, se producirá un debilitamiento sostenido de nuestra economía”, coincidió el presidente de la federación de empresas de ingeniería mecánica VDMA, Karl Haeusgen.
Podemos resumir la relación entre industria y política en Alemania con la frase de un directivo luego de la inauguración del evento por parte del canciller. Scholz mostró en persona los retos de la interacción entre seres humanos y robots potenciados por IA cuando con dificultad intentó darle instrucciones a un brazo robótico por comandos de voz. Cedrik Neike, miembro de la junta directiva de Siemens, se lo tomó con humor: “Es como la política. Tarda un poco más en funcionar, pero cuando funciona, funciona bien”.
Este año el slogan de la feria celebrada en un predio de 500.000 m2 es “Energizar una industria sostenible” y su tres pilares principales son: automatización; digitalización y sostenibilidad. Algunos proyectos interesantes son AgiProbot, que apunta a la automatización en el proceso de desensamblar y reciclar baterías eléctricas; romAI, una aplicación IA para sistemas complejos como termodinámicas o interacción de fluidos-estructura; y SmartFactoryKL una iniciativa que transforma fábricas tradicionales en centros inteligentes con un óptimo manejo de datos.
Durante el evento se entregó el premio HERMES para startups, la ganadora fue Archigas, una joven compañía alemana que contribuye a la producción, almacenamiento y uso seguro del hidrógeno como combustible.
Otra problemática para la industria europea que quedó en evidencia es la de la ciberseguridad. En el marco de la feria la empresa estadounidense Cisco publicó un informe que muestra que solo 2% de las empresas industriales europeas cuentan con protección de primer nivel y solo 17% están bien protegidas. En Estados Unidos, el mismo informe da una calificación de buena protección al 29% de las empresas industriales, superando los 10 puntos porcentuales de distancia con sus pares europeos.
En este campo se presentó la iniciativa “Manufacturing-X”, un espacio de datos seguro para el intercambio de conocimiento y la tramitación conjunta de proyectos, auspiciado por el Ministerio de Economía alemán y con perspectiva europea. Este proyecto busca un marco conjunto para la digitalización de la industria y la creación de ecosistemas de datos a los que se puedan unir empresas de todos los tamaños.
La importancia de la ciberseguridad y de la protección del conocimiento tecnológico empresarial se hizo patente cuando, en Dusseldorf, a 300km de la feria y al mismo tiempo que se inauguraba, se arrestaron 3 ciudadanos alemanes por espionaje. Se los acusa de transferir información tecnológica con posible uso militar a los servicios secretos chinos desde 2022. Los presuntos espías tienen amplios contactos en la comunidad científica e investigadora alemana que usaron para espiar la técnica en piezas de máquinas que se utilizan para el funcionamiento de potentes motores navales, como los que se emplean en los buques de combate.