La empresa estatal de Río Negro accedió al otorgamiento de patente (US 12057240 B2) del diseño de un reactor de potencia, bautizado como ACR-300, capaz de generar 300MW de energía eléctrica. Se trata de un reactor de agua presurizada (PWR) que permite reducir costos, mejorar la operación y el mantenimiento, y realizar operaciones de recargas no complejas.
Como se observa en la siguiente imagen, los generadores de vapor se encuentran en posición horizontal y el sistema refrigerante primario del reactor no incluye tubos de gran diámetro, lo que elimina potenciales riesgos de pérdidas.
Los reactores de agua presurizada (PWR) se distinguen por utilizar dicho elemento como refrigerante y moderador de neutrones. Representan más del 67% de los reactores activos en el mundo, lo que los convierte en el diseño más común. Su funcionamiento consiste en un sistema cerrado de alta presión; el agua circula por el núcleo del reactor, donde absorbe el calor generado por la fisión nuclear, y luego se dirige a los generadores de vapor, allí el calor se transfiere al circuito secundario, produciendo vapor que se expande en una turbina conectada a un alternador para producir electricidad. Una vez que el vapor ha realizado su trabajo en la turbina, se condensa y vuelve a su estado líquido, concluyendo el ciclo.
Los reactores PWR cuentan con tres circuitos de refrigeración aislados entre sí; el circuito primario, que contiene el agua presurizada en contacto directo con el combustible, el circuito secundario, donde el agua se convierte en vapor, y el circuito de refrigeración exterior, que disipa el calor hacia el medio ambiente, asegurando la estabilidad del sistema. El nombre de estos reactores proviene del uso de un sistema presurizado en el circuito primario, que evita que el agua hierva.
El desarrollo del reactor ACR-300 apunta al mercado de exportación mundial, en el marco de la transición energética que desde hace años tiene lugar a nivel global, y en un contexto internacional donde la energía nuclear emerge como la solución a la creciente demanda energética derivada de los cambios geopolíticos y tecnológicos