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Irán: la puja entre un sistema vicioso y una alternativa aplacada

Este viernes Irán celebrará sus elecciones parlamentarias y de la Asamblea de Expertos, el órgano que se encarga de asignar, controlar y destruir al Líder Supremo: ¿podrán los moderados y reformistas obtener los cargos suficientes para atravesar los obstáculos institucionales iraníes?

Publicado el 29 de febrero de 2024 por Tobías Yapur Alí
Irán: la puja entre un sistema vicioso y una alternativa aplacada

Este viernes 1° de marzo, los ciudadanos iraníes participarán en la elección de sus legisladores y de los miembros de la Asamblea de Expertos, un órgano reducido que tiene la potestad de controlar, designar y destituir al jefe de estado del país, el Líder Supremo.

Estas son las primeras elecciones luego de las fuertes protestas que sacudieron el país causadas por la trágica muerte de Mahsa Amini, una joven iraní de 22 años brutalmente asesinada por la policía por no utilizar el hiyab en público.

Esta fue tan solo una de las crisis que sufrió el gobierno conservador de Ebrahim Rahisi desde su llegada al poder en 2021. Con más de 50% de inflación anual, 40% de desempleo entre los graduados universitarios, emigración de trabajadores capacitados y tasas cada vez mayores de crimen y drogadicción, Rahisi espera un panorama complicado.

La importancia de la Asamblea de Expertos

La Asamblea de Expertos es un órgano de 88 miembros electos cada 8 años por voto popular. Sin embargo, como en gran parte de los cargos estatales, el Consejo de Guardianes refrenda a los candidatos y tiene la potestad de prohibir la postulación de aquellos que no cumplan con sus estándares.

Como aclaración, el Consejo de Guardianes es considerado la guardia moral del Estado y está compuesto por 12 miembros: 6 electos por la Corte Suprema y aprobados por el Parlamento y 6 electos por el Líder Supremo. La Corte Suprema en Irán es electa por salas, electas por el líder de la Corte Suprema que es electo a su vez por el Líder Supremo. Esto forma un espiral donde, en última instancia, todo el poder recae en su figura.

La función más importante de la Asamblea de Expertos es la elección, control y capacidad de destituir al Líder Supremo, el jefe de Estado y la figura más poderosa de Irán por excelencia, ejerciendo control sobre todas las áreas estatales, incluyendo el presidente, la corte suprema y el parlamento.

Esto es especialmente relevante considerando que, el actual líder supremo iraní, Alí Khameneí, que dirige el país desde la muerte de Ayatollah Khomeini, en 1989, ya tiene 84 años, por lo que esta nueva asamblea se encargaría de elegir un nuevo líder supremo en caso de ser necesario.

La censura conservadora a los reformistas

En enero de este año, el ex presidente Hasan Rouhani (2013-2021) declaró que su candidatura a la Asamblea de Expertos había sido rechazada por el Consejo de Guardianes sin ninguna explicación. Las prescripciones de candidatos solo pueden llevarse a cabo si no cumplen ciertos requisitos, ninguno de los cuales Rouhani incumplía.

Rouhani, cercano a los moderados, habia sido electo con la promesa de reducir el aislamiento internacional iraní. Sin embargo, luego de pactar con Estados Unidos y otras potencias el acuerdo de no proliferación nuclear, los grupos clericales poderosos se tornaron en su contra. Posteriormente, Donald Trump se retiraría del acuerdo en 2018, reestableciendo las fuertes sanciones económicas sobre el país.

El Consejo de Guardianes es un órgano de 12 miembros cuyas funciones incluyen, vetar leyes aprobadas en el parlamento, rechazar candidaturas legislativas, de la Asamblea de Expertos y presidenciales. Está compuesto por 6 expertos en derecho islámico designados por el Líder Supremo, y 6 especialistas en distintas ramas del derecho elegidos por la Corte Suprema y aprobados por el parlamento.

Estos órganos minoritarios son liderados en mayor parte por funcionarios clericales conservadores afines al régimen, por lo que las agrupaciones políticas moderadas se enfrentan a densos obstáculos institucionales para llegar al poder, y aún más para poder llevar a cabo sus políticas reformistas.

En este contexto, más de 270 políticos han anunciado que boicotearan las elecciones, incluida la activista iraní ganadora del premio Nobel de la Paz, Narges Mohammadi, quien declaró que el boicot de las elecciones es “una obligación moral para los iraníes que aman la libertad y buscan la justicia”.

Con una reputación democrática cada vez más desestimada internacionalmente, el régimen busca obtener una victoria con alta participación electoral con el fin de demostrar su legitimidad. Por ello, han optado por reducir el padrón electoral de 65.7 a 61 millones, para aparentar un porcentaje de participación electoral mayor al de las elecciones pasadas, qué fue tan solo de 48%.

No obstante, existe esperanza entre los analistas para los moderados y reformistas, con una considerable cantidad de candidatos descartados por el Consejo de Guardianes y una poblacion que descree de la legitimidad de las elecciones, las principales fuerzas conservadoras se han presentado divididas creyendo ganado el partido,quizas, dando lugar a que los moderados y reformistas obtengan los cargos necesarios para imponer su agenda.

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