El ayatolá Ali Jamenei, Líder Supremo de la República Islámica de Irán, envió un claro mensaje al líder de Hamas, Ismail Haniyeh, cuando se reunieron en Teherán a principios de noviembre. Según confirmaron tres altos funcionarios iraníes, consultados por la agencia internacional de noticias Reuters, Jamenei le habría dicho a Hnaiyeh que no les avisaron del ataque del 7 de octubre contra Israel y que Irán no entrará de lleno en la guerra en su nombre.
El ayatolá le expresó a Haniyeh que Irán continuaría prestando al grupo su apoyo político y moral, pero que no intervendría directamente en la guerra. Por ello, Jamenei, presionó al líder de Hamas para que silenciara las voces del grupo palestino que piden que Irán y Hezbolá ingresen a la guerra contra Israel con todas sus fuerzas, informó uno de los funcionarios de Hamas a Reuters.
Lo único que podría derivar en un involucramiento a gran escala de Irán en el conflicto es que el país sufra un ataque directo por parte de Israel o de Estados Unidos. Mientras tanto, según afirmaron funcionarios de Teherán, Irán planea seguir utilizando su red de aliados para lanzar ataques con cohetes y vehículos aéreos no tripulados contra objetivos israelíes y estadounidenses en toda la región.
La estrategia es un esfuerzo calibrado para demostrar solidaridad con Hamas en Gaza y estirar a las fuerzas israelíes sin involucrarse en una confrontación directa con Israel, lo cual podría generar el ingreso de Estados Unidos, agregaron desde la capital iraní.
«Esta es su forma de tratar de crear disuasión«, ha dicho Dennis Ross, un ex diplomático estadounidense especializado en Medio Oriente que ahora trabaja en el Washington Institute for Near East Policy. «Una forma de decir: ‘Mira, mientras no nos ataques, así van a permanecer las cosas. Pero si nos atacan, todo cambia’”.
Cabe resaltar que, según fuentes cercanas al grupo político y armado libanés consultadas por Reuters, Hezbolá también fue tomado por sorpresa por el ataque de Hamas de principios del mes pasado que acabó con la vida de 1.200 israelíes. Según dijeron tres fuentes, los combatientes de Hezbolá ni siquiera estaban en alerta en las ciudades y asentamientos cercanos a la frontera con Israel. «Nos despertamos con una guerra«.
Amén de ello, es pertinente señalar que la actual crisis palestino-israelí marca un hecho sin precedentes, al obligar a varios miembros del Eje de la Resistencia, una alianza construida por Irán para oponerse al poder israelí y estadounidense en Medio Oriente, a movilizarse en múltiples frentes al mismo tiempo:
- Hezbolá ha protagonizado los enfrentamientos más intensos con Israel en casi 20 años en la zona fronteriza.
- Las milicias respaldadas por Irán han atacado a las fuerzas estadounidenses en Irak y Siria.
- Los hutíes de Yemen han lanzado misiles y drones contra Israel y contra objetivos estadounidenses en la región.
El conflicto también está poniendo a prueba la coalición regional, cuyos miembros tienen diferentes prioridades y desafíos internos. En este sentido, Mohanad Hage Ali, experto en Hezbolá del centro de estudios Carnegie Middle East Center en Beirut, dijo que el ataque de Hamas contra Israel el 7 de octubre había puesto a sus socios del Eje ante la difícil decisión de enfrentar o no a un adversario con un poder de fuego muy superior.
Recordemos que el 7 de octubre, día en que comenzó la Operación “Inundación de Al Aqsa”, el comandante militar de Hamas, Mohammed Deif, llamó a sus aliados del eje a unirse a la lucha. «Nuestros hermanos de la resistencia islámica en Líbano, Irán, Yemen, Irak y Siria, este es el día en que su resistencia se une a su pueblo en Palestina«, dijo en un mensaje de audio.