Israel se encuentra enfrentando cargos de “genocidio” en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya, tras una acusación iniciada por Sudáfrica. Luego de más de tres meses de bombardeos israelíes, gran parte de la Franja de Gaza ha sido reducida a escombros, acabando con la vida de más de 23.000 personas y obligando a casi el 80% de los 2,3 millones de palestinos a desplazarse de sus hogares.
Asimismo, se ha intensificado el bloqueo israelí existente antes del 7 de octubre de 2023 con respecto al suministro de alimentos, combustible y medicamentos, creando lo que las Naciones Unidas describen como una catástrofe humanitaria.
Israel ha justificado su accionar en que su única opción para mantener su seguridad y la de sus ciudadanos es erradicar a Hamas. Recordemos que militantes del grupo islamista que gobierna Gaza cruzaron la frontera que separa la Franja de Gaza de Israel el pasado 7 de octubre, asesinando a alrededor de 1.200 personas y tomando a 240 personas como rehenes.
El caso, presentado por Sudáfrica ante la CIJ el 29 de diciembre, acusa a Israel de violar la convención de genocidio de 1948, promulgada a raíz del asesinato masivo de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948 reza, en su artículo II, que “se entiende por genocidio cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”.
“Israel tiene una intención genocida contra los palestinos en Gaza“, dijo Tembeka Ngcukaitobi, abogado del Tribunal Superior de Sudáfrica. “Eso es evidente por la forma en que se está llevando a cabo este ataque militar […]. La intención de destruir Gaza ha sido alimentada al más alto nivel del Estado“.
Sudáfrica ha pedido a la CIJ que ordene la suspensión inmediata de las operaciones militares israelíes en la Franja de Gaza mientras el caso avanza, proceso que podría llevar años. Las audiencias preliminares de esta semana considerarán si el tribunal debe o no ordenar a Israel que deje de luchar mientras investiga todos los méritos del caso.
La CIJ está formada por un panel de 15 jueces que se encarga de las disputas entre países y asesora a las agencias de la ONU. Los jueces son elegidos por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de la ONU, y tienen un mandato de nueve años.
Si bien las decisiones de la CIJ son legalmente vinculantes y no pueden ser apeladas, cabe resaltarse que la CIJ mantiene autoridad sobre los miembros de la ONU o las naciones que aceptan su autoridad a través de algún otro mecanismo. Dado que Sudáfrica e Israel son miembros de la ONU, cualquier decisión sería, en teoría, vinculante. Sin embargo, varios países han ignorado las órdenes judiciales de la CIJ en el pasado.
Por ejemplo, en 2022, Rusia ignoró una orden judicial para detener su invasión en Ucrania. Por su parte, Estados Unidos ha ignorado al menos dos órdenes de la CIJ, la primera, en 1986, cuando la CIJ dictaminó que el apoyo de Estados Unidos a los rebeldes nicaragüenses de derecha, los contras, era ilegal. Por último, en 2004, la CIJ emitió una opinión consultiva no vinculante en la que afirmaba que la construcción de un muro por parte de Israel en Jerusalén Oriental y sus alrededores era contraria al derecho internacional.
Entre mayo de 1947 y noviembre de 2023, el tribunal ha escuchado 191 casos, cinco de los cuales han estado relacionados con genocidio. El caso más reciente relacionado con acusaciones de genocidio se presentó en 2022 contra Rusia por su invasión de Ucrania.
El portavoz del gobierno israelí, Eylon Levy, comparó la demanda con una teoría conspirativa antisemita de siglos de antigüedad. “El Estado de Israel comparecerá ante la Corte Internacional de Justicia para disipar el absurdo libelo de sangre de Sudáfrica, ya que Pretoria da cobertura política y legal al régimen violador de Hamas“, sentenció Levy.
El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, afirmó que su país se vio impulsado a presentar el caso por “la masacre en curso de la gente de Gaza“, motivada por la propia historia de apartheid de Sudáfrica.
Estados Unidos, por su parte, ha dicho que Israel debe hacer más para reducir las víctimas civiles, pero calificó las acusaciones de genocidio como “infundadas“. “De hecho, son aquellos que están atacando violentamente a Israel los que continúan llamando abiertamente a la aniquilación de Israel y al asesinato masivo de judíos“, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matt Miller.
Esta semana, el secretario de Estado, Antony Blinken, visitó la región y se reunió con funcionarios israelíes y palestinos, así como con líderes de distintos Estados árabes. Durante su gira, Blinken ha defendido la campaña para erradicar a Hamas, pero también presionado a Israel para que trabaje con la Autoridad Palestina (AP).
“Quiero dejar algunos puntos absolutamente claros: Israel no tiene intención de ocupar permanentemente Gaza o desplazar a su población civil“, escribió el primer ministro Benajmin Netanyahu en X; y añadió que “Israel está luchando contra los terroristas de Hamas, no contra la población palestina, y lo estamos haciendo en pleno cumplimiento del derecho internacional“.
Sobre el terreno, en Gaza, los ataques israelíes en el sur y el centro de Gaza se intensificaron el miércoles. Esto tiene lugar luego de nuevas promesa de Israel de que retirará algunas tropas y pasará a una campaña más específica.
El principal portavoz militar de Israel, el contralmirante Daniel Hagari, expresó en una sesión informativa el miércoles por la noche que el ejército estaba centrando sus operaciones en Khan Younis y los campos de refugiados en el centro de la franja.