Aunque ha experimentado una caída en sus exportaciones de armas, Rusia aún es un importante exportador en el mercado internacional de material bélico, ocupando el segundo lugar después de los Estados Unidos. A pesar de las sanciones, varios países continúan siendo importantes clientes de Rusia en el negocio de armamento.
Teniendo en cuenta las cifras difundidas por el Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI), en el marco del mercado internacional de material bélico, hay una tendencia a la baja. Las importaciones de armas cayeron, en general, en África (-40%), América (-21%), Asia y Oceanía (-7,5%), y Oriente Medio (-8,8%). Sin embargo, las importaciones en Asia Oriental y en algunos Estados de otras zonas de gran tensión geopolítica aumentaron considerablemente.
Rusia ha sido un importante exportador de armas desde hace mucho tiempo, inclusive durante la Guerra Fría, cuando todavía existía la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). No obstante, en la actualidad, su volumen de ventas ha disminuido sensiblemente.
Según datos del SIPRI, las exportaciones de armas rusas cayeron un 31% entre 2013-17 y 2018-22, y su participación en las exportaciones mundiales de armas disminuyó del 22% al 16%. Amén de ello, el gigante euroasiático sigue ocupando el segundo lugar después de los Estados Unidos en el ranking de exportadores, además de que posee muchos contratos en ejecución con países que resisten las presiones para desistir de comprar material bélico a este país.
Según distintas fuentes confiables los principales clientes de los productos militares rusos hoy en día son:
Ranking | País | Porcentaje en las exportaciones totales de armas realizadas por Rusia (2013-2022) |
1 | India | 32,4% |
2 | China | 16,3% |
3 | Argelia | 10,2% |
4 | Vietnam | 7,1% |
5 | Egipto | 6,4% |
Cada uno de estos países tiene sus propias razones para mantener un considerable volumen de compras de armamento de Rusia. En primer lugar, India enfrenta desafíos en materia de seguridad, incluyendo conflictos fronterizos con Pakistán y China, así como distintas tensiones con otros países vecinos. La modernización y la capacidad militar del país más poblado del mundo son importantes para garantizar su seguridad y consolidarse como potencia regional. Además, India es una de las mayores economías del mundo, lo que le permite disponer de recursos financieros suficientes para adquirir material bélico.
En segundo lugar, China busca fortalecer su presencia en la región de Asia-Pacífico y a nivel mundial. La adquisición de armamento avanzado respalda su agenda política y su influencia en asuntos internacionales. Asimismo, cabe resaltar que tiene disputas territoriales y políticas con algunos de sus vecinos, sobre todo en el Mar del Sur de China, con Taiwán y el conflicto fronterizo con la India. Por ello, la compra de armamento se ve como una forma de garantizar su seguridad nacional y disuadir posibles acciones militares de otros países. Siendo la segunda mayor economía en el mundo, el gigante asiático posee una gran capacidad económica, razón por la cual se encuentra implementando también una ambiciosa modernización de sus Fuerzas Armadas para mejorar su capacidad de defensa y proyección de poder, inclusive fuera de su zona de influencia directa.
Luego, Argelia, ubicada en el norte de África y dentro del mundo árabe, enfrenta graves desafíos internos relacionados con el terrorismo e inestabilidad en la región. La compra de armamento avanzado, por lo tanto, es percibida como una medida para fortalecer su defensa y proteger sus intereses económicos y energéticos en la zona.
En cuarto lugar, Vietnam busca modernizar sus fuerzas armadas para mantenerse a la par con las capacidades militares emergentes en la región. Además, se observa que busca mantener relaciones equilibradas con diversas potencias regionales e internacionales, lo que impulsa la adquisición de armamento como parte de su estrategia para mantener su posición y aumentar su influencia en el ámbito diplomático y de seguridad. Cabe resaltar que este pequeño país enfrenta importantes desafíos de seguridad en la región, incluyendo disputas territoriales y marítimas con sus vecinos en el Mar del Sur de China.
Por último, Egipto juega un papel importante en la estabilidad del Medio Oriente, una región caracterizada por fuertes tensiones geopolíticas. La adquisición de armamento es parte de una estrategia para mantener un equilibrio de poder y asegurar su posición como un actor relevante en la zona. Disponiendo de fuerzas armadas bien equipadas, Egipto busca disuadir posibles agresiones o amenazas externas y asegurar su capacidad para defenderse si resulta necesario.
Con todo, podemos concluir que, a pesar de las sanciones internacionales, Rusia sigue siendo un importante exportador de armamento puesto que varios países continúan siendo sus clientes, debido a diversas razones relacionadas con su seguridad, modernización militar, estabilidad regional y defensa nacional.
También, queda comprobado que el comercio de armas sigue siendo un negocio lucrativo y estratégico para muchos países en el mundo. La demanda de equipos militares y tecnología avanzada sigue siendo muy alta.
Por último, cabe mencionarse que la guerra en Ucrania ha sido un factor significativo que ha impactado en la economía y las relaciones comerciales existentes, lo que ha llevado a cambios en las tendencias de importación y exportación de armamento a nivel mundial. Esta situación destaca la complejidad que posee el comercio de armas en el escenario internacional, donde las relaciones comerciales en este ámbito están influenciadas por una serie de factores políticos, económicos y de seguridad. En muchas ocasiones, los intereses particulares se encuentran por encima de los intereses generales, lo que añade una capa adicional de complejidad a esta lucrativa industria.