El Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) de Bolivia anuló la reelección presidencial indefinida en el país y fijó un límite máximo de dos mandatos, ya sean estos consecutivos o no, para el presidente y el vicepresidente.
Esta medida tiene un impacto enorme en la realidad, puesto que inhabilita a Evo Morales para presentarse a las elecciones de 2025. El fallo estipula que la reelección presidencial indefinida no existe y “no es un derecho humano”. Además, establece que el presidente y vicepresidente de Bolivia no pueden ejercer más de dos mandatos, sean consecutivos o no, al igual que senadores, diputados o autoridades judiciales.
Evo Morales, líder del partido Movimiento Al Socialismo (MAS), gobernó durante tres mandatos consecutivos entre 2006 y 2019. Ahora, la decisión del TCP se basa en una opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de 2019 y revoca una decisión que el TCP mismo emitió en 2017.
Bolivia tiene elecciones programadas para octubre de 2025. Aunque la fecha es lejana, los partidos del país necesitan realizar primarias para decidir a sus candidatos. Previo a este fallo, el principal obstáculo político era que el MAS era también el partido del actual presidente, Luis Arce Catacora, que quiere postularse a la reelección. Por esto, en octubre fue expulsado del partido por Evo.
Morales, uno de los aliados más cercanos de Lula en la región, encabezó el congreso del MAS que resultó no solo en la salida de Arce del partido, sino también en su propio regreso al liderazgo del partido, además de convertirse en el único candidato para las elecciones presidenciales de 2025.
Como resultado, se cumple un acuerdo y entran en juego temas como la liberación de Luis Fernando Camacho de prisión y su rehabilitación para postularse a la presidencia, dejando al gobernador de la ciudad más grande del país como el único candidato posible. Además, Jeanine Añez también continúa presa política.