Nigeria es un país con alrededor de 222 millones de habitantes, que lo transforma en el más poblado del continente y el sexto más poblado a nivel mundial. Es una de las economías más fuertes de África debido a sus grandes reservas de petróleo, y es considerado un mercado emergente, además de una ‘potencia intermedia’ debido a su considerable peso regional. Según estimaciones del Departamento de Estado de EE.UU., el 50% de los habitantes nigerianos son musulmanes, mientras que los cristianos son aproximadamente el 45%. Los primeros se concentran en el centro y norte del país, mientras que los segundos se radican en los estados del sur. Cabe aclarar que según la Constitución, Nigeria es un estado secular.
La organización cristiana Puertas Abiertas arma un ranking con los países en donde los cristianos son perseguidos por su fe, y Nigeria ocupa el sexto lugar del mismo. Según ellos, “Nigeria es uno de los lugares más difíciles para ser cristiano en el mundo contemporáneo. Cada año, en Nigeria se mata a más seguidores de Jesús por su fe que en ningún otro lugar del mundo”. Esto se agravó desde la creación de Boko Haram, grupo terrorista de carácter fundamentalista islámico en 2002 y también por la expansión de la Provincia de África Occidental del Estados Islámico (ISWAP, por sus siglas en inglés). La ONG Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés) también definió a “Nigeria es uno de los países del mundo más peligrosos para vivir la fe cristiana”. Esto no es solamente un conflicto religioso, sino también uno étnico: los fulani contra etnias cristianas del centro del país.
María Lozano, jefa de prensa de ACN declaró qué “el conflicto más grave del país, que ya ha provocado más muertes que todos los ataques de Boko Haram es la lucha entre campesinos y pastores por el control de la franja central del país, la más fértil y próspera, que en realidad es la lucha de los pastores nómadas de la etnia fulani, musulmanes islamistas, contra los campesinos cristianos de la región”. Los fulani, una histórica tribu del continente africano, que llegaron incluso a formar imperios teocráticos en el pasado, cuentan con alrededor de 20 millones de integrantes, expandidos desde Mauritania hasta Sudán, pero concentrados principalmente en el norte de Nigeria. “Al dedicarse al pastoreo, sus grupos itinerantes van descendiendo en busca de tierras fértiles cada vez más hacia el sur, donde hay asentadas poblaciones de agricultores cristianos, y así emplean sus ataques salvajes para limpiar la zona y apropiarse de las tierras”.
Pastores fulani
Según datos y reportes de la organización nigeriana International Society for Civil Liberties and Rule of Law, desde el 2010, son alrededor de 43 mil los cristianos asesinados a manos de musulmanes, sean de Boko Haram, ISWAP o por los pastores fulani. Además, 19 mil cristianos han desaparecido permanentemente y 17 mil iglesias fueron atacadas. A su vez, 2 mil escuelas cristianas fueron destruidas por completo. Esto ha generado también el desplazamiento de 10 millones de personas en el norte del país, tanto de cristianos por sus miedos fundados de ser perseguidos como de musulmanes que buscan alejarse de una zona en conflicto, persiguiendo seguridad y estabilidad para su familias y comunidades.
“La flagrante inactividad del Gobierno ante sus ataques, que dejan unos 200 asesinatos cada mes y se producen de forma cada vez mejor coordinada y con más armamento y medios técnicos, hace que los cristianos hablen de una agenda oculta contra ellos para eliminarlos del país”, explica Lozano. Esto fue muy marcado a partir del año 2015 y hasta mayo de 2023, cuando el presidente del país era Muhammadu Buhari, musulmán sunita y perteneciente al pueblo fulani, que no escondía sus aspiraciones a que Nigeria sea en algún momento gobernada en su totalidad por la Sharía, el sistema legal islámico. La Sharía se aplica en uno de cada tres estados en el país (son 36 en total). Desde mayo de 2023 que en Nigeria gobierna Bola Tinubu, un musulmán mucho menos conservador y que busca llevar a su país a la estabilidad. A pesar de esto, el Senado está controlado por los musulmanes por primera vez desde la vuelta a la democracia en 1999.
Lamentablemente, los ejemplos de masacres de cristianos en Nigeria abundan. La ultima gran masacre sucedió en los días previos y durante los festejos de Navidad del pasado año. Fue un ataque coordinado a 26 aldeas en el norte y centro del país, que se cobró un total de 170 vidas. Muchas de las víctimas fueron sorprendidas dentro de sus templos donde iban a celebrar la Navidad, otros acribillados en sus propios hogares o en la calle. A su vez, sus casas, iglesias, y escuelas fueron saqueadas e incendiadas, así como también incendiaron sus cosechas de maíz. A pesar de la inacción de los funcionarios del gobierno, los testigos confirman que los ataques fueron llevados a cabo en su totalidad por los fulani.