Radar Austral

La política exterior de la India de Modi en Medio Oriente

Desde que asumió el cargo en 2014, Modi dejó claro que el fortalecimiento de las relaciones con el Medio Oriente, especialmente con los Estados del Golfo, es una prioridad estratégica

Publicado el 11 de agosto de 2024 por Lautaro Bermudez
La política exterior de la India de Modi en Medio Oriente

Narendra Modi logró un hito impresionante al ser reelegido como primer ministro de la India por tercera vez consecutiva, un logro que no se veía en más de 60 años. Este éxito no solo refuerza su liderazgo, sino que también asegura la continuidad de su enfoque en la política exterior, que logro llevar a la Nueva Delhi a jugar un papel cada vez más importante en el escenario global.

Desde que asumió el cargo en 2014, Modi dejó claro que el fortalecimiento de las relaciones con el Medio Oriente, especialmente con los Estados del Golfo, es una prioridad estratégica.

Bajo su liderazgo, la India expandió sus intereses más allá de sus fronteras inmediatas, integrando el Golfo en su “vecindad ampliada”, una visión que refleja la ambición de la India de convertirse en un actor clave en la geopolítica global. No obstante, la creciente inestabilidad en el Medio Oriente plantea desafíos que podrían poner en riesgo los avances logrados.

Fortificación de relaciones y convergencia estratégica

La política exterior de Modi transformó las relaciones de la India con el Golfo. Lo que antes era una relación centrada en la energía y el comercio, ahora se convirtió en una asociación más profunda que abarca inversiones, vínculos políticos y una creciente cooperación en defensa y seguridad.

Los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita emergieron como socios clave, no solo como proveedores de energía, sino también como inversores estratégicos en la economía india. Con compromisos de inversión de 75 mil millones de dólares por parte de los Emiratos y 100 mil millones por parte de Arabia Saudita, la importancia de estas relaciones es clara.

Pero el enfoque de Modi no se limita a la economía. El líder indio comprendió que para que el país mantenga y expanda su influencia en la región, es fundamental fortalecer la cooperación en defensa y seguridad. Sus estrechos lazos personales con los líderes del Golfo facilitaron una mayor colaboración en áreas críticas como la lucha contra el terrorismo y la seguridad marítima. La presencia continua de la Armada india en el Golfo de Adén y otras áreas estratégicas subraya el compromiso de la India con la estabilidad regional.

Otro socio estratégico de la India es Israel, país que proyecta profundizar la relación en materia de seguridad. Entre las áreas de cooperación se encuentra el “área espacial”, donde Israel ya ha lanzado una multiplicidad de satélites y sensores desde el territorio de la India.

Además, la India amplió su enfoque geoeconómico participando en iniciativas como el grupo I2U2 y el Corredor Económico India-Oriente Medio-Europa (IMEC). Estos proyectos reflejan el deseo de la India de consolidar su posición como un actor global relevante. Sin embargo, estos esfuerzos no están exentos de riesgos, especialmente en una región tan volátil como el Medio Oriente.

La inestabilidad de la región pone en peligro la estrategia de Modi

Aunque la India tiene mucho que ganar al fortalecer sus lazos con el Golfo, también enfrenta desafíos importantes debido a la creciente inestabilidad en el Medio Oriente. La reciente escalada del conflicto entre Hamás e Israel, junto con los ataques a embarcaciones en el Mar Rojo, son amenazas directas a la seguridad energética y al crecimiento económico del país. A pesar de estos riesgos, Nueva Delhi optó por mantener una postura cautelosa, evitando involucrarse activamente en los conflictos de la región y tratando de equilibrar sus relaciones con el Golfo, Irán e Israel. Sin embargo, si el conflicto se intensifica, esta estrategia de equilibrio podría volverse insostenible.

El impacto de la inestabilidad ya se sintió en iniciativas clave como el grupo I2U2, una plataforma que incluye a India, Israel, Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos. Las reuniones de altos funcionarios se pospusieron, lo que refleja las dificultades para avanzar en proyectos económicos como el IMEC en medio de la incertidumbre regional. Aunque la India instó a que estos esfuerzos continúen, la realidad es que la guerra podría frenar significativamente su progreso.

Otro desafío importante es la finalización del Acuerdo de Libre Comercio con el GCC, que ha enfrentado retrasos por diversas razones. Lograr un acuerdo que satisfaga a todos los estados miembros del GCC no será fácil en un contexto de crecientes tensiones. Además, el gobierno de Modi debe manejar con cuidado sus relaciones diplomáticas en el Golfo tras los comentarios islamófobos realizados por funcionarios indios en 2022. Estos comentarios han contrastado con los esfuerzos del gobierno para promover la tolerancia religiosa. En este sentido, Modi intentó mitigar estos problemas a través de su “diplomacia del templo”, inaugurando un importante templo hindú en Abu Dhabi durante su visita en 2024, en un esfuerzo por fortalecer los lazos con la comunidad expatriada india y los líderes del Golfo.

En resumen, mientras la India busca consolidarse como un “socio estratégico” clave para los estados del Golfo, los desafíos son numerosos. Navegar las complejas dinámicas de una región en constante inestabilidad será crucial para el éxito de la estrategia de Modi en el Medio Oriente. Las oportunidades son grandes, pero la capacidad de la India para gestionar estas relaciones de manera efectiva será determinante para asegurar su éxito a largo plazo en la región.

Compartí tu opinión