En el 2022, el Departamento del Interior de Estados Unidos identificó 50 minerales considerados críticos para la economía y la seguridad nacional del país. Esta lista supone una actualización de la que fue presentada en 2018, donde había 15 minerales menos que en la actual. De esta manera, se busca establecer una estrategia que rompa con la dependencia del país norteamericano de minerales extranjeros.
Estados Unidos define a un “mineral crítico” como un mineral no combustible o un material mineral esencial para la seguridad económica o nacional de los Estados Unidos, y que tiene una cadena de suministro vulnerable a las interrupciones. Además, este mineral crítico es conocido por cumplir una función esencial en la fabricación de un producto dado, cuya ausencia tendría consecuencias significativas para la economía o la seguridad nacional.
El asistente del secretario del Interior para Agua y Ciencia, Tom Petty, expresó en el 2018 que «el trabajo de la USGS 8Servicio Geológico de Estados Unidos) está en el corazón de la misión de la nación por reducir nuestra vulnerabilidad en las interrupciones del suministro de minerales críticos. Cualquier escasez de estos recursos constituye una vulnerabilidad estratégica para la seguridad y prosperidad de los Estados Unidos«.
La lista, actualmente, incluye los siguientes minerales: aluminio, antimonio, arsénico, barita, berilio, bismuto, cerio, cesio, cromo, cobalto, disprosio, erbio, europio, espato flúor, gadolinio, galio, germanio, grafito, hafnio, holmio, indio, iridio, lantano, litio, lutecio, magnesio, manganeso, neodimio, níquel, niobio, paladio, platino, praseodimio, rodio, rubidio, rutenio, samario, escandio, tantalio, telurio, terbio, tulio, estaño, titanio, tungsteno, vanadio, iterbio, itrio, zinc y circonio.
Para comprender la relevancia de dichos minerales, se debe indagar en su utilidad. A este respecto, estos minerales son utilizados en casi todos los sectores de la economía. Se pueden hallar en la fabricación de semiconductores y baterías, la producción de hidrocarburos, en la investigación médica y atómica, y en el proceso productivo de distintos tipos de productos tecnológicos, entre muchos otros. Por ello, tener mayor control sobre ellos le otorgaría un gran poder a Estados Unidos.
Dichos minerales fueron clasificados por el Departamento de Energía de Estados Unidos en una matriz indicando aquellos de mayor relevancia, teniendo en cuenta su importancia para la energía y el riesgo en la cadena de suministro. A mediano plazo, aquellos minerales de mayor relevancia son el litio y el níquel.
El litio es requerido hoy en día para producir productos como vehículos eléctricos, un área de gran competencia internacional y con posibilidad de variadas inversiones. Aquí nace una oportunidad para Argentina, ya que se encuentra entre los principales países productores de litio a nivel mundial, junto con naciones como China o Chile. Por el contrario, Estados Unidos produce tan solo 1% del suministro global de litio.
Por su parte, el níquel también es requerido para producir las baterías de los vehículos eléctricos. Actualmente, Rusia abarca el 11% de la producción mundial de dicho mineral. Por lo tanto, las sanciones impuestas por la invasión a Ucrania causaron un aumento del precio del mineral, generando mayores gastos para los productores de los vehículos y así mayores precios para el producto ofrecido.
A pesar de la relevancia de la producción de estos minerales, Estados Unidos actualmente es enormemente dependiente de otras naciones para su abastecimiento interno. Esto ocurre especialmente con China, país que domina globalmente el sector de minería y procesamiento de minerales. De los 50 minerales clasificados como críticos, Estados Unidos es 100% dependiente de las importaciones de 14 de ellos, y más del 50% de dependencia en otros 15 minerales.
Por ello, surge la necesidad de aumentar la inversión en este sector. En el 2022, las minas estadounidenses produjeron aproximadamente 98,2 mil millones de dólares en productos de minerales no-combustibles, lo cual significa un incremento de 3,6 mil millones de dólares en comparación con el 2021. Sin embargo, le queda un largo camino para lograr una menor dependencia hacia otros países con mayor desarrollo de dicha producción.
Para reducir los riesgos de seguridad nacional, Estados Unidos debería evaluar las reservas disponibles y priorizar las inversiones en etapas clave de una producción doméstica. En aquellas etapas productivas en las que no pueda avanzar, se buscará depender de sus aliados, como ya se está realizando con Japón o la Unión Europea mediante diferentes acuerdos. Así, podrá impulsar su economía y la producción de elementos clave para el escenario global actual sin aumentar la dependencia de países hostiles.
Los últimos años se dieron ciertos pasos para elevar la producción de los minerales críticos para la nación. Este es el caso del “Inflation Reduction Act” o el “Chips and Science Act”, que incluyeron disposiciones para impulsar dichos suministros. Asimismo, entre sus objetivos se encuentra el de impulsar la industria doméstica de semiconductores y establecer el liderazgo de Estados Unidos en la energía limpia. Esto se vio acompañado por otros financiamientos anunciados en febrero del 2022 para asegurar una cadena de suministro de minerales críticos “made in America”.
Además, el “Energy Act of 2020” demanda del US Geological Survey una actualización de la lista de minerales críticos cada tres años. De este modo, el fin es identificar las áreas de mayor vulnerabilidad en las cuales se deben concentrar los esfuerzos de los Estados Unidos. Por su parte, la medida denominada “Bipartisan Infrastructure Law” financió avances científicos al respecto y el estudio del terreno para encontrar nuevas fuentes de estos minerales alrededor de Estados Unidos.
La relevancia de los minerales críticos se puede evidenciar en el plan económico de Joe Biden. “China controla la mayor parte del mercado global de estos minerales. No podemos construir un futuro hecho en América si nosotros mismos somos dependientes de China para los materiales que impulsan los productos de hoy y mañana”, comunicó el presidente estadounidense previo a anunciar nuevas inversiones e incentivos.