Las guerras están prohibidas. Desde el 24 de octubre de 1945 (79 años) no existe una sola declaración de guerra en este simpático planeta.
Y no es que adherimos al error de F. Fukuyama, el mundo vive su propia espiral de conflicto violento, como nunca. La trilogía clausewitziana de Poder (razón) – Pueblo (pasión) – Ejército (cálculo) pareciera intacto. Entonces: ¿cómo se dirimen los contenciosos? R: de un modo “desregulado” sin apego a convenciones ni reglas. El conflicto se fue de madre.
A 5 años del estallido estudiantil chileno, una publicación de France24 refiere a que es la decepción el sentimiento que predomina en la “sociedad” trasandina. Podríamos afirmar que la profundidad del análisis no es la adecuada. La nota gira en torno a la impunidad de los carabineros-represores sin reconocer que existen saldos tácticos y estratégicos como en toda conflagración. A la decepción “lineal” descripta se la debe contraponer con un éxito estratégico: el actual presidente chileno, asumido en diciembre de 2021 ha sido líder de las movilizaciones estudiantiles 2011-2013 y partícipe directo de las de 2019 con el lema “Que se vayan los milicos” (Ya los “milicos” se habían ido hacía rato…) Las consecuencias no son inocentes.
Extrapolable a otras expresiones como al mayo francés o la Primavera de Praga, ambos en 1968, la sana y espontánea efervescencia estudiantil, la encarnada en juventudes ilusionadas promotoras de futuros venturosos derramaban en las calles sus consignas (“Prohibido prohibir…”) cerca de la Sorbonne y “¿Qué hacen aquí?… ¿Por qué vinieron?” a las tropas rusas en sus tanques. En una y otra el estudiantado arrastraba a su complemento empírico: las centrales obreras. Entre el 20 y el 21 de agosto de 1968, 2.300 tanques del Ejército Rojo atravesaron la frontera oriental de la ex Checoslovaquia por entonces bajo dominio soviético
Claro está que existen notables diferencias. Praga estaba bajo la bota moscovita desde MAYO TAMBIÉN!!!!! pero de 1945 merced a la “Operación ofensiva estratégica de Praga” (¿algún parecido con la “Operación Militar Especial” de 2022??).
Parece que son las primaveras (boreales o australes) las temporadas de “caza” para estas expresiones revoltosas. Justificables o no hay diferencias: los checoslovacos buscaban salir del yugo comunista mientras que los parisinos liberalizar la Sorbonne. “Sois jeune et tais toi”: “Sé joven y cállate”, La “sombra del milico” De Gaulle… imprescindible.
Las consideraciones para afrontar estas asonadas revolucionarias de comienzo dubitativo pero de conclusión insospechada requiere una matriz de análisis y un proceso de toma de decisiones que se asemeja en un todo a la de una operación militar pura y dura. Un planeamiento estratégico. Hay violencias. Hay riesgos, cálculo de costos tangibles e intangibles, imponderables, excesos, errores de cálculo, la violencia nunca fue buena consejera para cambiar las cosas aun siendo aparentemente lo adecuado. Pero detrás de todas estas apariencias existió siempre una “inteligentzia“.
La “Tierra de los Luises”, la del “L´etat se moi” fue la de la revolución (llamada) francesa en 1789 (qué curioso: se inició en mayo) buscó libertades ante el despotismo borbónico y tras mucho transitar, inclusive guillotinando a sus iniciales adláteres, ¿terminaron con el absolutismo? No. Por el contrario el oropel y la dominación terminó ya no con un rey sino en un emperador!!. Napoleón se autocoronó emperador pues nadie podía arrogarse, siquiera, estar a su nivel.
Ese despotismo llevó a aquella Francia ya ausente en los mares desde Trafalgar a emprender ampulosas y devastadoras campañas terrestres hasta que “El general invierno” intervino en Europa, no así en el resto del mundo con su expansión colonial. Pero hay un punto de reseteo: 1917. Una épica de heroicidad sacrificial movió a “acometer los molinos” de instituciones republicanas alentados por “la lucha permanente” desplegada en la Revolución Rusa. Se instala la premisa de la lucha, la virtud de luchar y oponerse. La lucha por la lucha misma. La desgastante conflictividad entrópica. Marx logra explicar que la historia de la humanidad es la “Historia de la LUCHA DE CLASES”. Como el comburente y el combustible de los cohetes: la existencia de clases sociales y el deseo de lucha intestina como condición sine qua non para alcanzar el gobierno del proletariado… y el colapso del sano tejido social. Explotadores y explotados aun si no existieran.
El bolchevismo que no dudó en aniquilar a la familia del zar Nicolás tampoco se iba a amedrentar por el daño colateral de imponer y exportar el comunismo que se cobró millones vidas. Concluir que “toda revolución” es mala supone un maniqueísmo que se contrapone con el recto juicio. De hecho, documentos y encíclicas de la propia Iglesia católica no “prohíbe” las rebeliones pero sugiere que se cumplan ciertas condiciones: 1- Se trate de una injusticia evidente y grave, 2- Se hayan agotado todos los métodos pacíficos y legales para resolver la situación, 3-Exista una alta probabilidad de éxito y 4-Las consecuencias no resulten en un mal mayor que el que se busca remediar.
Volviendo a La Argentina, existe una matriz que describe al actual conflicto social que la atraviesa en los últimos 70 años. Analistas, periodistas y estadísticos apuran conclusiones que lo definen como político en la mera protesta visible (jubilaciones, universidades, etc). En realidad, subyace en sus raíces un origen filosófico, cosmovisional. No es solamente económico, partidocrático o solamente político. La pugna violenta en las calles conlleva la teatralización de un contencioso a-democrático. Ni siquiera “anti” democrático, apela a la más burda ignorancia a lo democrático, a todo contrato social republicano. La expresión de revoltosos agrediendo a las fuerzas de seguridad mientras los representantes debaten en el parlamento conlleva la propia negación de la representación en los asuntos de gobierno y el desafío a las mayorías representadas en las bancas, una contradicción en sí misma (contradictio in terminis). La sustitución de la fórmula newtoniana por la de Einstein E = m.v2, intenta describir científicamente, cómo la atracción de las masas es sustituida por la proyección agresiva y violenta de las eternas minorías insatisfechas.
La exaltación a la violencia fue abundantemente abordada en la editorial 6 anterior (“Otra vez la violencia???” del 16/09/2024 https://www.radaraustral.com/articulos/otra-vez-la-violencia/) restando tan solo añadir una nueva apología a la insurgencia difundida por el hoy Presidente colombiano Gustavo Petro al reconocer la militancia en el grupo guerrillero M19 de la recientemente asumida presidente mexicana Claudia Scheinbaum con una jactancioso y desafiante “El M-19 ha dado dos presidentes en América Latina” .
La dinámica de la protesta violenta persigue el propósito de confrontar (marcar postura) efectivizar y comprometer a los actores enrolados en “la barricada”, pero con la finalidad última de prevalecer e imponer las utopías de su idealismo gramsciano así como el doble objetivo de “ensayo revolucionario” (gimnasia insurreccional) canalizando las insatisfacciones reales o exacerbadas induciendo a la ensoñación de que la lucha callejera resuelve el diario acontecer
Estamos cerca de repetir el soneto del Cordobazo, las movilizaciones de los 60 y 70 con líricas pegadizas tales como “Que feo, que feo, debe ser Pegarle a un jubilado Para poder comer “…. O “Soldadito fajador, vigilante palo en mano, de dónde sacás valor para pegarle a tu hermano”. Estas enseñanzas se cultivan y mejoran en los almácigos de las ideologías disruptivas de las facultades “blandas” de las universidades nacionales. Su expresión exuda en sus muros. Son las trincheras de la batalla cultural.