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Lacalle Pou y el Mercosur: de lastre a reivindicación

Contradicción o consistencia son dos maneras opuestas y factibles ara ver la posición del mandatario uruguayo sobre el Mercosur.

Publicado el 7 de agosto de 2024 por Franco Matias VIcchio
Lacalle Pou y el Mercosur: de lastre a reivindicación

En la última cumbre del Mercosur, el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou criticó a Javier Milei por su ausencia, subrayando la importancia de que todos los presidentes estén presentes si el Mercosur es relevante. Esta postura contrasta con sus críticas de 2021 al Mercosur, cuando lo calificó de “lastre” y abogó por que Uruguay realizara sus propios acuerdos de libre comercio fuera del bloque.

Sin embargo, este aparente cambio no es una contradicción, sino una alineación con la histórica política exterior uruguaya de buscar la “flexibilización” del Mercosur para poder firmar tratados bilaterales. Lacalle Pou, adaptando un enfoque pragmático, ahora promueve la integración regional como la vía más viable para alcanzar estos objetivos.


En la última cumbre del Mercosur, el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou, criticó a Javier Milei respecto a su ausencia en la misma. Destacó que “si el Mercosur es importante, entonces deberíamos estar todos los presidentes”, sumándose también Lula Da Silva a las mismas.

En 2021 fue el mismo presidente del Partido Nacional, quien cruzó a Alberto Fernández manifestando que el Mercosur era un “lastre” y un “corset”, minimizando las oportunidades de progreso que significa el organismo para su país, y reivindicando la voluntad de Uruguay de llevar a cabo sus propios acuerdos de libre comercio por fuera del Mercosur.

Ahora bien, esto último parecería indicar que durante estos tres años, la postura del presidente uruguayo dio un giro: en primer lugar, desde una postura crítica al ex presidente argentino arremetiendo contra el Mercosur y, actualmente, a criticar la ausencia de Milei en la cumbre resaltando la importancia de la integración regional. La realidad es, que si analizamos la política exterior uruguaya durante su experiencia por el Mercosur, los dichos de Lacalle Pou no representan una contradicción y hasta van alineados a lo que espera Uruguay respecto del mismo.

Para empezar, en los inicios de Uruguay dentro del Mercosur, tanto Jorge Batlle como los presidentes argentino y brasileño en la década del 90 plantearon el organismo como un tratado de integración de libre comercio en pos de las políticas liberales del Consenso de Washington con el fin de incrementar el alcance comercial de la región con las potencias occidentales y entre ellas. Dicha convergencia de intereses no prosperó por mucho tiempo y sumado a la falta de acuerdos logrados por el Mercosur, el presidente Batlle buscó llevar a cabo -de manera unilateral-  un tratado de libre comercio con EEUU.

Dicho intento de tratado de libre comercio fue perseguido durante el final de su gestión y en el primer mandato de Tabaré Vásquez, y se vio imposibilitado de la concreción en la práctica justamente porque EEUU no buscaba interrumpir su vínculo con Argentina y Brasil, en detrimento de firmar un acuerdo bilateral con Uruguay.

Justamente el presidente Vásquez, quien siguió los mismos lineamientos de política exterior de su predecesor (a pesar de llevar un color político diferente), entendía que un país pequeño como Uruguay necesitaba de la complementación de mercados grandes y que el Mercosur no estaba alcanzando logros en los acuerdos extra zona.

El reclamo de Uruguay es denominado como “flexibilización”: no busca resquebrajar la integración regional, sino obtener la potestad de llevar a cabo sus propios acuerdos de libre comercio por fuera del Mercosur (debido a la incapacidad de este de concretarlos).

Esta reivindicación de aperturismo económico es histórica por parte de Uruguay, y tomo mayor relevancia cuando Vásquez, en su segundo mandato, viajó a China para intentar pactar con Xi Jinping un acuerdo bilateral comercial. Dicho acuerdo ha sido el objetivo de Uruguay a conseguir en los últimos 8 años, ya que el país asiático no aceptaría firmar un acuerdo solo con Uruguay, por fuera del bloque Mercosur. Es aquí cuando llega Lacalle Pou, donde adoptó una política económica más ortodoxa y reacia a la integración regional en sus inicios.

Sin embargo, Lacalle Pou, reconociendo que la única manera del país de alcanzar dicho acuerdo es mediante el fortalecimiento del Mercosur (como lo pensó Mujica al principio), debió analizar un cambio de discurso, partiendo de un pragmatismo en sus declaraciones de política exterior, sabiendo las dificultades de mantener una postura hostil como la de 2021.

La idea de reivindicar la integración regional y cruzar al presidente argentino por no asistir a la cumbre sigue con los lineamientos que ha sostenido Uruguay durante los últimos 30 años y a una victoria del realismo pragmático donde el interés nacional es superador de la ideología con la que pueda gobernar un candidato. Si Uruguay no puede concretar esos acuerdos por fuera del Mercosur como quisieron Batlle, Vásquez y los inicios de Lacalle Pou, la apuesta más conveniente es apostar a reforzar la integración regional e impulsar los acuerdos extra zona con economías más grandes por dentro del organismo

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