Como hemos visto en los últimos años, los países africanos rechazan la presencia de las potencias occidentales en su territorio. Esta tendencia no se da solamente en los círculos de las elites gobernantes, sino es altamente demandado por la población civil. Por lo general, los gobiernos de estos países son militares, que tomaron el poder por la fuerza. Con el nacionalismo a flor de piel, estos gobernantes han logrado expulsar a Estados Unidos, Naciones Unidas, Francia, entre otros. Esto se basa en que se han agotado de soportar la política exterior neocolonialista de las antiguas potencias coloniales, principalmente Francia.
Para profundizar, nombraremos algunos de los casos más importantes cercanos en el tiempo:
Retirada estadounidense de Níger
“La retirada de las fuerzas y activos estadounidenses de la base aérea 201 en Agadez está completa. Este esfuerzo continuará entre las fuerzas armadas estadounidenses y nigerinas durante las próximas semanas para asegurar que la retirada total se complete según lo previsto”, declaró un comunicado conjunto del Pentágono junto al Ministerio de Defensa de Níger.
Esta base militar aérea de drones, que fue construida hace apenas seis años, era fundamental para la vigilancia de actividades terroristas en la región del Sahel, epicentro mundial del terrorismo yihadista según el Índice Global de Terrorismo de 2024. A principios de marzo, la junta militar de Níger decidió denunciar los acuerdos de cooperación en seguridad y defensa entre su país y EE.UU. y le dio hasta el 15 de septiembre para su retirada total. La base contaba con alrededor de mil efectivos.
Retirada francesa de Níger
En diciembre del año pasado, Francia finalizó su presencia militar en Níger, luego de que la cúpula militar del país africano haya tomado el poder de facto. El 24 de septiembre, Emmanuel Macron, presidente francés, anunció que Francia retiraba su tropas de Niamey y cerraba su embajada en su ex colonia.
La retirada tomó aproximadamente dos meses, debido a las complicaciones logísticas que surgieron. Los 1.500 soldados y pilotos tuvieron que ir hasta N’Djamena, capital de Chad, último gran bastión de Francia en África, que se encuentra a más de 1.500 kilómetros de Niamey.
Retirada francesa de Burkina Faso
A principios del año pasado, Burkina Faso, expulsó a Francia de su base militar. Aproximadamente 400 soldados abandonar la base militar de Kamboisin, en el marco de la operación antiterrorista Sabre, que brindaba apoyo a las fuerzas burkineses. El capitán Ibrahim Traoré, presidente de facto del país, prefirió acercarse a Rusia en vez de continuar la alianza que tenía su país con los galos desde el 2009.
Retirada francesa de Mali
Luego del estallo la guerra civil maliense en 2012, Francia, antigua potencia colonial, decidió intervenir militarmente en el país. Esta intervención se dio en dos etapas: Operación Serval y Operación Barkhane. Bamako, capital de Mali, era el bastión militar de Francia en la región del Sahel en su lucha antiterrorista: llegó a tener 5.500 soldados desplegados. Luego del golpe de estado llevado a cabo por el coronel Assimi Goita, las tensiones entre Bamako y París aumentaron, primero por el nacionalismo de la cúpula militar y luego por el acercamiento de la misma a Rusia.
Es importante aclarar que tanto Burkina Faso, como Mali y Níger son ex colonias francesas, y a su vez, fueron suspendidas de la Unión Africana luego de los golpes de estado en los tres países. Además, se retiraron de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) para formar, entre ellos tres, la Confederación de Estados del Sahel. El objetivo es la unificación de su política de seguridad en la batalla antiterrorista. Tienen profundos lazos con Rusia, y más precisamente con el Africa Corps (nuevo nombre del Grupo Wagner en el continente africano).
Retirada de la MINUSMA
La Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Mali (MINUSMA) fue desplegada en 2013 en el contexto de la guerra civil y fueron desplegados 15 mil efectivos y personal. Luego de 10 años, el ministro de Asuntos Exteriores de Mali solicitó en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU el 16 de junio. A partir del 1 de enero de este año, se empezó una transición en el cual algunas fuerzas quedan para supervisar la logística de la retirada.
A pesar de esto, “los fondos, agencias y programas de la ONU estaban en Mali mucho antes del despliegue de la MINUSMA y permanecerán en Mali mucho después de la retirada”.
Pieter van Ostaeyen, académico belga especialista en extremismo islámico, declaró lo siguiente: “Lo que estamos presenciando ahora es la consecuencia directa de todos los golpes de estado en la región y del hecho de que todas estas tropas han sido expulsadas: los franceses, los belgas, la MINUSMA [Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Mali], la Unión Africana, los estadounidenses. Es como si un carrusel no se detuviera. Es como una espiral descendente”.