El republicano mencionó la idea de desplazar a todos los gazatíes de la Franja hacia países limítrofes y que Estados Unidos se haga cargo de la reconstrucción del enclave, una propuesta que recibió el rechazo de todas las partes, tanto de actores regionales como de aliados. Pero algunas versiones sugieren que siendo conciente de la reacción que provocaría, Trump busca colocarse un paso adelante en las negociaciones proponiendo una idea controversial y poco viable.
“Beat the grass to startle the snakes” (golpear la hierba para asustar a las serpientes). Este proverbio chino se utiliza para describir una táctica en la que uno de los actores provoca una situación de manera imprudente, generando ruido para exponer enemigos ocultos o amenazas latentes. En esta línea, la reciente maniobra de Trump podría interpretarse como un intento de «golpear la hierba para asustar a las serpientes», induciendo a ciertos actores a que expongan sus intereses en el conflicto. En este caso, actores regionales que apoyan la causa palestina pero nunca han ofrecido ayuda real para llegar a la paz y reconstruir la franja de gaza, como Egipto y Jordania.
Esta postura cobra sentido al recordar que el mismo Trump se caracterizó en su primera administración por criticar a sus antecesores que habían enviado tropas a Medio Oriente (Siria, Irak, Afganistán) por un tiempo prolongado. Por lo tanto, proponer que nuevamente las tropas sean enviadas a un lugar aún más peligroso por tiempo indefinido no sería muy coherente con su historial. En este marco, algunas posturas sugieren que la verdadera intención de Trump es involucrar a otros países para que sean parte de la reconstrucción y del proceso de pacificación en Medio Oriente, ya que de este modo evitarían el riesgo de recibir en su territorio a cientos de miles de palestinos desplazados.