El conflicto entre Rusia y Ucrania, que está en desarrollo, de carácter prolongado y complejo, está dejando importantes lecciones militares que deben ser tenidas en cuenta por los líderes de nuestros países y sus Fuerzas Armadas. En este artículo de opinión, discutiremos algunas de las lecciones aprendidas y cómo pueden aplicarse a otros conflictos en todo el mundo.
¿Cuál es el propósito de estudiar conflictos?
Ante todo, consideramos necesario comprender cuál es el sentido de realizar un análisis de las enseñanzas obtenidas en una guerra. La revisión y el estudio de otros conflictos históricos pueden ser valiosos para mejorar las respuestas militares en guerras futuras por varias razones:
- Lecciones aprendidas. Cada conflicto presenta una serie de enseñanzas que pueden ser aplicadas en situaciones similares en el futuro. Estas lecciones pueden abordar aspectos muy diversos como la estrategia, la táctica, la logística, la inteligencia, la diplomacia y la psicología de la guerra.
- Identificación de patrones de interés. Al estudiar el desarrollo de las acciones, se pueden identificar ciertas tendencias en el comportamiento de los adversarios, en las tácticas utilizadas y en las condiciones que llevaron a la victoria o a la derrota.
- Desarrollo de mejores estrategias y tácticas. El análisis de conflictos pasados puede inspirar nuevas estrategias y tácticas militares. Al observar cómo otros ejércitos han abordado problemas operativos, los planificadores pueden desarrollar estrategias más efectivas y tácticas adaptativas.
- Evaluación de equipos y tecnología. La revisión de las acciones permite evaluar cómo las fuerzas militares, el equipo y la tecnología han funcionado en situaciones reales de combate. Esto puede llevar a mejoras en el diseño y la adquisición de nuevos equipos militares.
- Preparación para amenazas emergentes. Los conflictos históricos pueden ayudar a las fuerzas militares a anticipar y prepararse para enfrentar nuevos tipos de amenazas. A medida que la tecnología y las tácticas evolucionan, el estudio de conflictos anteriores puede proporcionar información valiosa sobre cómo adecuarse a nuevas realidades militares.
- Adaptación a contextos cambiantes. El mundo y las amenazas a la seguridad evolucionan constantemente. Estudiar los conflictos pasados ayuda a las fuerzas militares a adaptarse a contextos cambiantes y a desarrollar respuestas flexibles y efectivas a situaciones imprevistas.
A modo de ejemplo, el estudio de la Guerra del Yom Kippur entre Egipto y Siria contra Israel en octubre de 1973 influyó decisivamente en el desarrollo de la doctrina de la Batalla Aeroterrestre de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Si bien esta doctrina estaba orientada para enfrentar a la Unión Soviética en el contexto de la Guerra Fría, demostró su valor durante la operación «Tormenta del Desierto» en 1991 en Irak.
Según lo aprendido del conflicto de Yom Kippur, se puso especial énfasis en la importancia del logro de la sorpresa, la coordinación entre las fuerzas aéreas y terrestres, la necesidad de superar las defensas antiaéreas enemigas y el desarrollo de tácticas de «operación en la profundidad» del dispositivo enemigo.
Algunas lecciones de guerra a nivel político-estratégico
- Valor de la prevención de conflictos. Sin lugar a dudas, la guerra en Ucrania pudo haberse evitado. La invasión rusa fue consecuencia del fracaso de Rusia para influir en Ucrania y del fracaso de Ucrania y de sus aliados para disuadir al Kremlin y provocar su reacción militar. La prevención de conflictos es fundamental para evitar futuros derramamientos de sangre. En particular, durante las negociaciones se deben extremar medidas para evitar cualquier mala interpretación. La guerra en Ucrania ha demostrado que los líderes pueden evaluar erróneamente una situación, una actitud o medida adoptada por el otro bando y tomar decisiones equivocadas. La mala interpretación puede llevar a una escalada del conflicto y a un problema de mayor envergadura.
- Importancia de la resiliencia económica. A pesar de la guerra, la economía de Ucrania ha demostrado ser sorprendentemente resistente, obviamente gracias al decidido apoyo de Occidente. No obstante, se observa que la resiliencia económica es una herramienta importante en la lucha contra una agresión militar externa. En este sentido, una nación debe realizar una adecuada planificación y preparación para poder hacer funcionar su aparato productivo incluso durante el desarrollo de acciones militares dentro de su territorio. La guerra en Ucrania ha demostrado que los Estados pueden unirse para contrarrestar la agresión actuando conjuntamente.
- Significación de la preparación militar. La preparación militar es fundamental para una resistencia exitosa. Tanto Rusia como Ucrania han invertido mucho tiempo y recursos en realizar una reforma militar de sus estructuras, pero con resultados diferentes. En particular, se ha demostrado que la doctrina, el liderazgo, la formación, la cultura, la moral y la voluntad de vencer son esenciales para la efectividad militar. La guerra en Ucrania ha confirmado que la preparación militar ha sido imprescindible para la resistencia exitosa que han alcanzado hasta ahora los ucranianos.
Otras lecciones obtenidas del frente de batalla
- Estructura de Comando, Control y Comunicaciones. La gran cantidad de años en los que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN participaron en operaciones de contrainsurgencia de tipo asimétrico y en acciones de antiterrorismo, generaron que muchos otros ejércitos desarrollaran extensas cadenas de mando dependientes de sistemas de comunicaciones muy complejos y sistemas de inteligencia que producían una imagen operativa muy precisa del campo de batalla, que era transmitida en tiempo real a los Centros de Operaciones pero trabajando casi sin oposición. La guerra entre Rusia y Ucrania dejó claro que la firma electromagnética emitida desde los puestos de mando de gran tamaño no puede sobrevivir contra el ritmo y la precisión de un adversario que posee tecnologías basadas en sensores, guerra electrónica y sistemas aéreos no tripulados o que tiene acceso a imágenes satelitales. Las fuerzas armadas modernas, para enfrentar un adversario de similares capacidades en un conflicto de alta intensidad, deben centrarse en desarrollar sistemas de comunicaciones y puestos de comando y control sumamente móviles y reducidos, que permitan el movimiento continuo y disminuyan su firma electrónica.
- Revalorización de las órdenes tipo misión. Teniendo en cuenta que los sistemas de comunicaciones pueden verse afectados o neutralizados durante las operaciones por acciones del enemigo, se ha apreciado la trascendencia que posee el comprender claramente la intención del comandante para que las unidades subordinadas continúen operando de acuerdo al plan principal, aun en la ausencia de órdenes específicas para ello. Las «órdenes tipo misión», también conocidas como «fragmentos de la orden de operaciones», son una parte fundamental de la planificación y ejecución de operaciones militares en el Ejército de Estados Unidos y en muchas otras fuerzas armadas en todo el mundo. Estas órdenes transmiten información esencial y directrices a las unidades militares para llevar a cabo una misión específica. Son esenciales para garantizar que todos los elementos comprendan claramente sus roles y responsabilidades en una operación militar. Proporcionan una estructura coherente y una guía detallada para la ejecución de la misión, lo que contribuye a la eficiencia y la coordinación en el campo de batalla. Cada unidad que recibe una orden tipo misión debe estudiarla y llevar a cabo su responsabilidad de acuerdo con las directrices proporcionadas en el documento y continuar actuando aun si el contacto con el escalón superior se ha interrumpido. En una metodología de este tipo es muy importante tolerar el error, dado que, sin una comunicación perfecta, se debe confiar en que un oficial o soldado subordinado tomará la decisión correcta y que no será castigado si actúa por su propia iniciativa.
- Mejorar el sistema de reemplazo de bajas. La guerra entre Rusia y Ucrania está exponiendo importantes vulnerabilidades existentes en el máximo nivel de sus fuerzas militares en la capacidad para reemplazar sus correspondientes bajas. Esta guerra ha demostrado la trascendencia que posee organizar un apropiado sistema de reemplazos para trabajar en un conflicto intenso, de manera de garantizar que las unidades militares mantengan su aptitud operativa a pesar de las bajas sufridas en combate o debido a otras razones. Esto resulta esencial para mantener la efectividad y la capacidad de combate de las fuerzas empeñadas en el campo de batalla.
- Nuevas armas y tecnologías. El empleo de nueva tecnología en la guerra ruso-ucraniana o de elementos que antes no eran tan utilizados en acciones de combate, tales como el uso extendido de vehículos aéreos no tripulados (drones), vehículos de superficie no tripulados, teléfonos inteligentes, enlaces de datos comerciales e inteligencia de fuente abierta ha cambiado fundamentalmente la forma en que los ejércitos luchan en el dominio de la batalla aeroterrestre y aeronaval. En particular, este conflicto ha demostrado cómo los drones han cambiado la manera en que las fuerzas aéreas, terrestres y navales realizan operaciones en este siglo. Se observa que estos elementos, junto con las plataformas de inteligencia artificial emergentes, han acelerado drásticamente el ritmo de la guerra moderna.
Algunas conclusiones
El estudio de conflictos pasados o contemporáneos resulta esencial para la mejora continua de la preparación y la capacidad de respuesta militar. Sin lugar a dudas, dicho análisis proporciona conocimientos valiosos que pueden ayudar a las fuerzas militares a tomar decisiones más informadas y a desarrollar estrategias y tácticas más efectivas en el futuro.
La guerra en Ucrania ha dejado importantes lecciones militares que pueden ser aplicables a otros conflictos en todo el mundo. La resiliencia económica, la unidad, la interpretación correcta de la situación, la preparación militar y las lecciones del campo de batalla son fundamentales para poder organizar una resistencia exitosa a un ataque enemigo. Estas lecciones no solo son relevantes para las Fuerzas Armadas, sino también para los líderes políticos y diplomáticos que buscan mantener la paz y evitar conflictos futuros.