Lidia Patty Mullisaca es una controvertida activista política boliviana, de origen indígena, que mantiene una estrecha relación con el expresidente Evo Morales. Entre 2018 y 2020 ocupó una banca en la Cámara de Diputados de Bolivia, por el Movimiento Al Socialismo (MAS). Y en noviembre de 2020, presentó una denuncia contra los dirigentes opositores Luis Camacho y Jeanine Áñez, por intento de golpe de Estado.
En septiembre del año pasado llegó a La Plata para asumir el cargo de vicecónsul de Bolivia en Argentina, tras un breve y fallido paso por las oficinas diplomáticas de su país en Perú, donde habría sido enviada para expandir la influencia política de Evo Morales, según la oposición boliviana. Asimismo, desde algunos sectores políticos de Bolivia, alertaron a la ciudadanía argentina sobre la llegada de Lidia Patty.
A mediados de 2023, el gobierno peruano rechazó su nombramiento como cónsul de Bolivia. De este modo, el 13 de junio, pocos días luego de haber asumido, la Cancillería boliviana ordenó que regresara al país. Aparentemente, Lidia Patty habría comenzado a ejercer su cargo diplomático sin contar con la admisión del ejecutivo peruano, motivo por el cual, se le pidió al Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia que dejara sin efecto su nombramiento.
Sin embargo, al margen de los motivos administrativos, numerosas figuras políticas de Perú cuestionaron la designación de Lidia Patty, a quien señalaron como una agitadora al servicio de Evo Morales.
En esta línea, Lidia Patty había sido designada por la Cancillería Boliviana para ocupar el rol de Cónsul General en Puno, ciudad fronteriza de población indígena en el sur de Perú, que entre diciembre y marzo de 2023 fue el epicentro de protestas en contra del gobierno que dejaron decenas de muertos y heridos.
Dos meses después de aquel episodio, el gobierno boliviano envió a Lidia Patty al lugar, encendiendo las alarmas en sectores políticos de Bolivia y Perú. En aquella oportunidad, una diputada de la oposición boliviana, sostuvo que la presencia de Lidia Patty en territorio peruano era una estrategia para movilizar a comunidades indígenas, promover discursos separatistas y generar un clima de tensión y polarización en la región. Asimismo, afirmó que la nueva cónsul responde a Evo Morales, y que se encontraba en Puno para llevar adelante el proyecto Runasur.
El Proyecto Runasur
Se trata de una iniciativa de Evo Morales para crear una organización que articule movimientos sociales en todo el continente para crear “una América plurinacional”. Uno de los países contemplados en el plan, es Perú, donde el expresidente boliviano se hizo presente en reiteradas ocasiones durante la presidencia de Pedro Castillo. Luego de que este último fuera destituído por un autogolpe de Estado, Dina Boluarte cuestionó la participación de Evo Morales en reuniones con grupos opositores en Puno (región de mayoría indígena), y lo acusó de estar vinculado a las protestas que tuvieron lugar a inicios de 2023, después de la destitución de Castillo.
Durante una ceremonia con colectivos indígenas en Puno, Evo Morales declaró:
Los hermanos indígenas de Puno me decían, queremos ser parte de Runasur. Que bueno sería que el próximo año, acá en Puno, hagamos un gran evento de Runasur orientado a liberar a la región.
Tras ser expulsada de Perú por desestabilización, fue enviada a Argentina…
De este modo, la llegada de Lidia Patty fue motivo de preocupación para el gobierno peruano, que a pocos días de su llegada instó a la Cancillería boliviana a que deje sin efecto su nombramiento.
Pocos meses después de aquel episodio, Lidia Patty fue designada como vicecónsul de Bolivia en la Argentina, donde permanece desde septiembre de 2023.
Luego de su nombramiento, el partido opositor boliviano “Creemos”, advirtió en un comunicado que la ciudadanía argentina tenga cuidado con Patty, porque en Perú fue rechazada, debido a que tenía la misión de provocar conflictos para presionar por la liberación del corrupto y golpista expresidente Pedro Castillo.
Según la oposición boliviana, la dirigente habría comenzado a ejercer su rol en Argentina antes de que la Cancillería anunciara el nombramiento, y critican su total falta de aptitudes para el puesto, argumentando que la designación fue un premio por su participación en el marco de la causa contra Luis Camacho y Jeanine Áñez.