Radar Austral

Israel y Palestina: un conflicto de larga data

Origen y continuidad del conflicto: ¿Cambiará algo? ¿Cómo impactará la seguridad regional e internacional? Por Sofía Kasirer y Sofía Meijide.

Publicado el 9 de octubre de 2023 por María Sofía Meijide Hoffmann
Israel y Palestina: un conflicto de larga data

Este fin de semana, Hamas, el grupo islamista-palestino que tiene control sobre la Franja de Gaza, comenzó un ataque contra Israel, dando inicio a un nuevo conflicto en el territorio. Israel y Palestina son protagonistas de una disputa histórica que hoy abre otro capítulo. ¿Cambiará algo? ¿Cuáles son las implicancias para la seguridad regional e internacional?

Punto de partida

Terminada la Primera Guerra Mundial, se desmembraron los imperios y, entre ellos, el Imperio Turco Otomano, que contenía, entre otros territorios, aquellos que hoy conforman Israel y Palestina. Estos pasaron a estar bajo mandato de las potencias occidentales, en este caso puntual, mandato británico.

A partir de años de migraciones, reclamos y violencia cruzada y tomando en consideración la Declaración de Balfour y la persecución nazi al pueblo judío, el retiro del Reino Unido de este territorio vino de la mano de un Plan de Partición de Palestina por parte de la ONU en 1947. Este consistía en dividir el territorio de Palestina en un Estado judío y otro árabe palestino, dejando a la ciudad de Jerusalén bajo control internacional. No obstante, esto fue rechazado por los países árabes y se vio frustrado a causa de la guerra que estalló tras la independencia del Estado de Israel en 1948

A lo largo de los años, se desarrollaron conflictos que involucraron a varios países de la región, como la Guerra de los Seis Días en 1967, donde Israel obtuvo su mayor expansión territorial (Península del Sinaí, Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este), la Guerra de Yom Kippur de 1973, librada el día más sagrado del calendario judío, o la Guerra del Líbano de 1982. Con el tiempo, las escaladas de violencia, los avances territoriales y la incapacidad de alcanzar la paz volvió a la situación cada vez más compleja, llegando al contexto actual, sin una solución real

Extensión del territorio de Israel tras la Guerra de los 6 días en 1967

Situación actual: estabilidad vs inestabilidad

La región de Medio Oriente, a partir del fin de la organización imperial, se caracterizó por el desorden y la inestabilidad. Las guerras civiles, los conflictos interestatales, la intervención de potencias extrarregionales y el terrorismo se volvieron moneda corriente. Este conflicto también ha sido parte de eso y ha mantenido a la región dividida. Mientras los países árabes se ponían detrás de la causa palestina, Israel crecía solo y necesitaba de apoyos externos para legitimar su hegemonía regional. 

No obstante, el tiempo puso las cartas a favor de Israel. La capacidad militar, el desarrollo económico y el apoyo internacional que tenía este último colocó a los países árabes en la difícil situación de comenzar a ser pragmáticos y aceptar al Estado de Israel. Este es el caso de Egipto (Acuerdos de Camp David – 1979), Marruecos, Emiratos Árabes Unidos y Bahrein (Acuerdos de Abraham – 2020), la normalización de relaciones entre Turquía e Israel (2022) y estábamos cerca de que pase lo mismo con Arabia Saudita en los próximos meses. Y aunque Estados Unidos fue una pieza clave para la generación de estos tejidos y la presencia actual de China lleva a la potencia occidental a involucrarse aún más en el escenario de Medio Oriente, Israel habría logrado construir un aparato de seguridad regional a su favor. 

Sin embargo, esta escalada podría poner en jaque la estabilidad regional. En el plano doméstico de Israel, se produjeron fallas en cuanto al sistema de inteligencia y defensa en la zona de la Franja de Gaza, infiltrándose Hamás por mar, aire y tierra, siendo esta última muy inusual. Similar a como pasó en 1973, el ataque de Hamás del pasado 7 de octubre fue durante Simjat Torá, un día de celebración judía, y en medio del Shabat, conocido como el día de descanso judío. De este modo, se buscó sorprender y generar desconcierto. 

Por su parte, en la noche del 7 de octubre, el Gabinete de Seguridad Israelí declaró oficialmente el estado de guerra. Se ha llegado a la fase ofensiva, que continuará hasta restaurar la seguridad de los ciudadanos israelíes y ganar el enfrentamiento. Las Fuerzas de Defensa israelíes comenzaron con la operación “Espadas de hierro”, maniobra que prioriza despejar a los militantes de Hamás del sur de Israel y proteger a los civiles contra el ataque desplegado. La respuesta definitiva del gobierno israelí podría comenzar dentro de las próximas 24hs. Al parecer, se buscará dar una respuesta efectiva hacia los ataques, generando la escalada que sea necesaria.

En palabras del Primer Ministro Benjamin Netanyahu, lo que ha sucedido en Israel no volverá a pasar y las Fuerzas de Defensa Israelíes “usarán su fuerza para destruir las capacidades de Hamás”. También les habló a los residentes de Gaza para que evacuen y no sean víctimas de la respuesta

En lo que respecta a las respuestas de los países de la regiónestas fueron diversas. Mientras Egipto se mantuvo “neutral”, Arabia Saudita, Qatar e Irán justificaron la “reacción natural” de los palestinos frente al contexto que se estaba viviendo. A su vez, Hezbolá, organización libanesa apoyada por Irán, inició acciones armadas contra asentamientos israelíes en apoyo a Hamas, ampliando el alcance del conflicto.

En relación a los países extraregionales, la incursión de Hamás en Israel no solo ocasionó el secuestro y asesinato de ciudadanos israelíes. El ataque coincidió y dió inicio en un Festival de Música donde se encontraban personas de diferentes nacionalidades, como estadounidensesmexicanos y alemanes, y donde murieron más de 250 personas. Además, se está conociendo la muerte de muchas personas no israelíes que residían o estaban de viaje en el territorio. Esto significa que el apoyo diplomático y militar de algunos países hacia Israel podría verse exacerbado producto de considerar a la acción de Hamás una amenaza directa a sus naciones. 

¿Hay solución?

Parecería que al día de hoy, el uso de la fuerza sigue siendo el mecanismo elegido por las partes para resolver sus diferencias. ¿Hay posibilidad de resolver por medio de la paz? siempre. ¿Estarán conformes las partes? difícil

La solución de dos Estados es la opción más barajada. Sin embargo, supone que los palestinos legitimen el surgimiento del Estado de Israel y que los israelíes estén dispuestos a revisar sus límites actuales, considerando los recursos, la distribución poblacional y los cambios territoriales producidos a partir de la Guerra de los Seis Días. A su vez, hay que preguntarnos quién se sentaría a negociar por Palestina, si Hamás, grupo que tiene el control de la Franja de Gaza, o la Autoridad Nacional Palestina, que gobierna en Cisjordania y además tiene representación en las Naciones Unidas con la condición de Estado observador no miembro

Por otro lado, los grupos más conservadores y/o extremistas apoyan la idea de no reconocer a la otra parte. No obstante, eso seguirá generando enfrentamientos indiscriminados. El Estado de Israel ya tiene todos los elementos (de iure y de facto) para quedarse donde está y en el caso de Palestina, aunque no tenga el poder de hecho que tiene Israel, tiene el suficiente apoyo internacional para no rendirse. 

Por un lado, las poblaciones no quieren vivir más en conflicto. Pero por el otro, hay una historia que los identifica y una escalada de tensiones e inseguridad que disminuye aún más el apoyo hacia la idea de los dos Estados en las poblaciones de las zonas más afectadas. Sin ayuda de la concientización más profunda, dejar de defender lo que se cree propio es difícil, y más aún si los grupos extremistas como Hamas o los espacios políticos más conservadores como el Likud, no dan espacio a la construcción de consensos pacíficos. 

Compartí tu opinión