Macron se reunió con Elon Musk, el multimillonario dueño de Tesla, Twitter y SpaceX, en la sede de la presidencia en el Palacio del Elíseo. Además, Musk se reunió luego con el ministro de economía francés, Bruno Le Maire, momentos antes de dirigirse a Versalles para participar de Choose France, un evento en el que se encontraron directivos de grandes multinacionales como Ikea, Nokia, Arcelor Mittal, Pfizer y Disney.
El objetivo de todas estas reuniones fue atraer inversiones y generar empleos industriales en Francia. Así, al final de la jornada se anunciaron inversiones por 13.000 millones de euros, además de la creación de 8.000 puestos de trabajo.
Este evento sigue la línea de los anuncios hechos por el jefe de Estado francés el jueves pasado en los que presentó un nuevo paquete de medidas económicas. Entre ellas, Macron decidió modificar los bonos para vehículos eléctricos y excluir los modelos cuya fabricación deje una gran huella de carbono.
“Apoyaremos las baterías y los vehículos producidos en Europa, porque su huella de carbono es buena… Eso no significa que estemos haciendo proteccionismo, no estamos cerrando el mercado, pero no usaremos el dinero de los contribuyentes franceses para acelerar la industrialización no europea (…) Los estadounidenses son nuestros aliados, compartimos los mismos valores, pero en esta batalla no tenemos ganas de ser dependientes, no tenemos vocación de convertirnos en consumidores de la industria de Estados Unidos” (Emmanuel Macron, presidente francés).
Las iniciativas apuntan a mejorar la situación industrial francesa, que ha caído en las últimas dos décadas, quedando muy por detrás de algunos de sus pares europeos, fundamentalmente de Alemania. Concretamente, el peso del sector industrial en la segunda economía de Europa se redujo al 10%.
Algunas de las medidas serán introducidas esta semana en el marco del llamado Proyecto de Industria Verde, mientras que otras formarán parte del presupuesto 2024. El objetivo es alcanzar un costo cero con la implementación de estas reformas, financiando los gastos que supondrán con recortes en otras áreas.
Entre las medidas a decididas por el gobierno francés, es menester señalar la reducción del tiempo que toman los procesos burocráticos para instalar una nueva fábrica, bajándolo de dieciocho a nueve meses; el otorgamiento de créditos fiscales de entre 25 y 40% para la producción de turbinas eólicas, baterías y paneles solares; la inversión de 700 millones de euros en capacitaciones para la industria verde; la inversión de 1.000 millones de euros para reacondicionar viejos complejos industriales; y la creación de nuevas normas que favorezcan la adquisición de productos europeos en las compras públicas; entre otras.
Cabe resaltar que este paquete de medidas es anunciado poco después de que Estados Unidos implementará en 2022 la Inflation Reduction Act, la cual ofrece subsidios y recortes impositivos a vehículos eléctricos, electricidad renovable, combustible de aviación sostenible e hidrógeno. Esto había despertado preocupación en Europa debido a que muchas inversiones antes dirigidas hacia suelo europeo pasarían a destinarse a suelo americano, e incluso reclamaron la violación norteamericana de acuerdos de la Organización Mundial del Comercio.
Una fuerte política económica industrial y una política exterior independiente son dos de los ejes con los que Macron busca “reconquistar” a la población francesa, profundamente descontenta tras la reforma jubilatoria promulgada por decreto en marzo, la cual elevó la edad jubilatoria de 62 a 64 años y desató una ola de violentas protestas por todo el país.
En reportes recientes de la consultora EY, Francia se colocó como el destino líder europeo de inversión extranjera, especialmente en el área de investigación y desarrollo y en el sector de movilidad eléctrica.
Por otro lado, un informe publicado por la Unión Europea muestra que, en el último cuarto de 2022, se consiguió en la región una reducción del 4% en las emisiones de carbono, al mismo tiempo que se logró un crecimiento de 1,5% del PBI.
Para terminar de comprender el énfasis industrial de Macron debemos recordar la inauguración de una mega factoría de baterías eléctricas de la empresa taiwanesa Prologium en Dunkerque, que tuvo lugar hace dos semanas. También debemos recordar el plan “Francia 2030” anunciado en 2021, el cual es parte de la campaña electoral del actual presidente, quien busca la reelección, el cual promete un desembolso de 30.000 millones de euros destinados a la industria manufacturera.
En una entrevista con la revista Challenges publicada el miércoles, Macron afirmó que “Hemos demostrado que tenemos capacidad de decisión, instituciones sólidas y capacidad para aprobar reformas, incluso impopulares”.