La semana pasada, los periódicos alemanes reportaron que el Comité de Presupuesto de la cámara baja del Bundestag (parlamento alemán), acordó que la empresa Thyssenkrupp Marine Systems (TKMS) podía recibir garantías estatales de USD 4.000 millones, aproximadamente, para vender tres submarinos tipo 209 a la Argentina. Esta decisión le dio un nuevo impulso a la competencia entre Francia y Alemania para la venta de submarinos a la Armada argentina (ARA). Dicha disputa parecía haber comenzado a definirse en favor de París, luego de la carta de intención firmada en octubre del año pasado entre las autoridades argentinas y francesas, dando inicio al proceso formal de negociaciones. Sin embargo, la reciente maniobra del gobierno alemán abrió la puerta a la posibilidad de nuevos escenarios.
La decisión del Bundestag trascendió rápidamente y los medios franceses hicieron eco de la voluntad de TKMS de quedarse con el contrato buscado por Naval Group. En un artículo titulado «La guerra contractual continúa entre Francia y Alemania», el periódico Les Echos afirma que «la competencia entre los fabricantes de submarinos franceses y alemanes es más feroz que nunca», señalando que la medida del Bundestag había relanzado la disputa cuando Francia parecía encaminada a ganar la licitación. Asimismo, el medio Zone Militaire sostuvo que «Alemania apuesta todo para excluir a Francia del mercado de futuros submarinos argentinos», argumentando que Berlín «pretende jugar una nueva carta».
En este marco, el medio citado se refirió al desafío que significa para la ARA preservar el conocimiento y la técnica de sus submarinistas ante la falta de medios, motivo por el cual existe un acuerdo con Perú, quien recibe personal de la ARA a bordo de sus submarinos tipo 209 para se instruyan de manera adecuada. En esta línea, Zone Militaire hizo alusión a dichos del Jefe del Estado Mayor de la ARA, Vicealmirante Carlos Allievi, quien anteriormente explicó que sería conveniente contar con un submarino de segunda mano para no prolongar durante mucho más tiempo la falta de capacidad submarina de la Argentina. A continuación, el artículo señala que Alemania está en camino a renovar su flota de submarinos, por lo que Berlín tendría «otra carta más que jugar», sugiriendo que un nuevo ofrecimiento podría contemplar un tipo 209 de segunda mano.