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México como epicentro del “nearshoring”: Oportunidades y Desafíos

La geopolítica mundial, su cercanía a los Estados Unidos y sus condiciones socio-económicas, han transformado a México en un país atractivo para el nearshoring.

Publicado el 4 de diciembre de 2023 por Lisandro Matamala
México como epicentro del “nearshoring”: Oportunidades y Desafíos

En los últimos años, México se ha beneficiado de la llegada de múltiples inversiones extranjeras directas (IED) a su economía. La geopolítica mundial, su cercanía a los Estados Unidos y sus condiciones socio-económicas, lo han transformado en un país atractivo para la relocalización de empresas e industrias, que buscan lugares más seguros para su producción.

En este contexto, al fenómeno que vive México, se lo conoce como “nearshoring”, el cual siguiendo a London Política, podría ser definido como “una estrategia corporativa que implica trasladar la producción cerca de los mercados de destino, con el objetivo de reducir los riesgos de interrupción en la cadena de suministro”.

Pero, ¿por qué las corporaciones ahora se preocupan por sus cadenas de suministros?

Tendencias del comercio global

El comercio mundial ha cambiado su tendencia en los últimos años. En la década de los 90’ con el fin de la Guerra Fría y el auge de la globalización, el comercio comenzó a manifestar una tendencia que conocemos como “offshoring”, esto es, una estrategia empresarial que implica trasladar ciertas operaciones, procesos o funciones al extranjero con el objetivo de aprovechar costos laborales más bajos, obtener ventajas fiscales, acceder a habilidades especializadas o simplemente expandir su presencia global, entre otras ventajas.

La globalización y la revolución digital son los motores que promovieron este tipo de comercio, generando que los productos pasen por distintos países antes de transformarse en bienes finales, un fenómeno que desarrolló las “cadenas globales de valor”. Sin embargo, esta tendencia está comenzando a cambiar, dando lugar al “reshoring” (relocalización de la producción en el país de origen) o el “nearshoring” (relocalización geográficamente cercana al país de origen). 

En este sentido, son múltiples las razones que llevaron a las empresas a reconsiderar sus estrategias de producción. En primer lugar, la disputa entre Estados Unidos y China, agravada en el periodo de Donald Trump con la subida de aranceles a los productos chinos, produjeron problemas en las cadenas de suministros de ambas potencias. En segundo lugar, la pandemia del Covid-19 generó cuellos de botella en la producción, interrumpiendo cadenas de suministro por las restricciones, resaltando los riesgos de depender de la fabricación en el extrangero. En tercer lugar, podemos encontrar al aumento de la mano de obra en Asia como otro factor, que disminuye los beneficios del offshoring en ese continente. Finalmente, la invasión de Rusia a Ucrania, las posteriores sanciones y el agravamiento de las tensiones geopolíticas, profundizan el costo de tener cadenas globales de valor en oriente.

Por estas razones, el “nearshoring” (o relocalización de la producción) se ha planteado como una alternativa para las empresas con el objetivo de buscar cadenas de suministro más cortas y seguras.

Oportunidades y Desafíos para México

En este contexto, México aparece como un mercado atractivo para abastecer la producción destinada al mercado estadounidense. No solo por su proximidad y por ende, su capacidad para transportar los productos, sino también por su apertura al comercio y el T-MEC, un tratado de libre comercio que lo beneficia como un buen lugar para exportar hacia los Estados Unidos o Canadá. Además, el país latinoamericano posee mano de obra calificada para abastecer a las empresas y presenta incentivos fiscales para las IED. 

Muchas son las inversiones que llegaron a México, entre las más populares, tenemos el anuncio del CEO de Tesla, Elon Musk, quien anunció que su empresa construirá una “gigafactory” en el estado de Nuevo León, México. De acuerdo a London Política, “se espera que sea una inversión multimillonaria y que impulse la economía de México al llevar la fabricación altamente avanzada al país”. Además, otras empresas importantes como General Motors y BMW han anunciado planes para producir vehículos eléctricos (EVs) dentro del país.

En este proceso México se ha transformado en el principal socio de los Estados Unidos, como lo muestra el gráfico de Financial Times. Esto se debe, en gran parte, a que México ocupó el terreno perdido por China desde el agravamiento de las tensiones geopolíticas.

Según información publicada en Financial Times, la “inversión extranjera directa, que aumentó a un récord de $32.9 mil millones en los primeros nueve meses de este año”. Pero el gobierno de Nuevo León en Monterrey dice que miles de millones en inversiones anunciadas allí aún no se reflejan en las cifras de IED y exportaciones. 

Por otro lado, los críticos señalan que no se está aprovechando del todo esta oportunidad, en particular por la falta de planificación y déficit estructurales que México presenta. Estos se reflejan, principalmente, en problemas de infraestructura e inseguridad

Reflexiones finales

El nearshoring es una gran oportunidad para México, que puede convertirse en el principal destino para las empresas que buscan relocalizar su producción siguiendo las nuevas tendencias de comercio global. De acuerdo a London Política, el país cuenta con una geografía estratégica, una profunda relación política y económica con sus vecinos del norte y acceso a más del 60% del PIB mundial a través de acuerdos comerciales y tratados de inversión. Además, el país también resulta atractivo por su sector manufacturero bien establecido, con mano de obra a bajo costo, considerablemente educada y joven. Sin embargo, las limitaciones en infraestructura e inseguridad, podrían obstaculizar la capacidad de México para aprovechar su potencial.

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