Dadas las tensiones entre Estados Unidos y China, los norteamericanos buscan reducir su dependencia comercial con rivales geopolíticos, esto sumado a la creciente práctica del “nearshoring”, donde los países buscan reducir las distancias en las cadenas de suministro globales, representa una gran oportunidad que México está sabiendo aprovechar.
Si bien ambos países siempre han comerciado entre sí, Estados Unidos busca más oferta para abastecer su enorme economía intentando de excluir a China en la medida de lo posible. Según US Census Bureau, México representó el 15% de sus importaciones el mes de julio, mientras que China representó el 14.6%. Cabe mencionar que México no ocupaba este lugar desde el año 2003. Además, el 82% de todas las exportaciones de México van dirigidas a Estados Unidos.
Aparte de ser el proveedor más grande de Estados Unidos, México atrae cada vez más inversores extranjeros. La inversión extranjera directa ha crecido un 40% en lo que va del 2023. Uno de los grandes inversores fue la compañía americana Tesla Inc., que ha invertido 5 mil millones de dólares en la construcción de una planta. Gracias a sus costes de producción competitivos, la posibilidad de invertir en México es muy seductora para los norteamericanos.
El analista de Société Générale, Dev Ashish se expresó al respecto de este fenómeno: “…el creciente deseo entre los responsables políticos y las empresas estadounidenses de reducir la dependencia de China ha llevado a una mejora de la posición de México como importante aliado comercial y socio de la cadena de suministro”.
No obstante, pese a su creciente importancia, la cuota de mercado global de México aumentó ligeramente en los últimos cinco años. Sin embargo, los sectores más fuertes de la industria mexicana, así como el automotriz, han desplazado a los otros proveedores de Estados Unidos. La industria que más beneficiada se encontró fue la de bebidas alcohólicas y tabaco, pasando de un 20% en 2017 a un 36% en 2023. También se vieron mejoras en otros sectores, como el gastronómico, lo que sugiere que un acercamiento comercial más intenso beneficiaría a diversos sectores económicos.
Si bien México está en un alza en términos de inversiones y exportaciones, algunos expertos se preguntan si México durará como el mayor exportador de Estados Unidos o si es más bien un caso temporal. ¿Podrá satisfacer la gran demanda estadounidense?