Otro golpe para Francia en el Sahel. La estatal Orano dijo el jueves que se le había ordenado abandonar la mina Imouraren en el norte de Níger, donde se estima que hay 200 mil toneladas del metal todavía sin extraer, utilizado para energía nuclear y armas. Es importante aclarar que el 98% del uranio producido en el mundo se concentra en tan solo diez países, entre los cuales se encuentra el país africano. En 2022, Níger representó aproximadamente una cuarta parte del uranio natural suministrado a las centrales nucleares europeas, según datos de la organización atómica Euratom.
“Orano toma nota de la decisión de las autoridades de Níger de retirar a su filial Imouraren SA la licencia para explotar el yacimiento”. Además, Orano se declaró “dispuesto a mantener abiertos todos los canales de comunicación con las autoridades de Níger a este respecto, reservándose el derecho de impugnar la decisión de retirar la licencia minera ante los tribunales nacionales o internacionales”. En el mismo comunicado explica que las condiciones actuales del mercado del uranio, con precios al alza, son favorables para explotar el yacimiento, por lo que se “inquieta del impacto negativo que eso tendrá para el desarrollo económico, social y societal de la región”.
Orano firmó un acuerdo en mayo de 2023 con el gobierno del expresidente Mohamed Bazoum que le daba la opción de desarrollar el depósito de Imouraren. Luego, Orano comprometió 85 millones de euros para investigación. Sin embargo, se han logrado pocos avances desde el golpe de estado del año pasado. El nuevo ministro de Minería de Níger había advertido que revocaría la licencia de Orano si el desarrollo de la mina no había comenzado antes del 19 de junio. La empresa francesa insiste que la infraestructura minera había reabierto el 4 de junio y decenas de personas estaban involucradas para avanzar en los trabajos. Imouraren eventualmente proporcionaría empleo a 800 personas en el proyecto, incluidos los subcontratistas.
“Francia debe partir”
La junta prometió revisar las concesiones mineras extranjeras en el país después de asumir el poder en julio del año pasado. La empresa francesa no es la primera que ha sido expulsada por la junta militar con el pretexto de haber actuado demasiado lento en el desarrollo de su sitio. En abril, el general Abdourahamane Tiani dio a la canadiense GoviEx Uranium un plazo del 3 de julio para comenzar a explotar su proyecto Madaouéla o correr el riesgo de perder su permiso, lo que generó especulaciones de que el sitio podría adjudicarse a empresas rusas en consonancia con los vínculos políticos cada vez más estrechos de la junta con Moscú.
“Las empresas rusas han indicado interés en el sitio minero de uranio en Imouraren y también hemos visto una avalancha de actividades entre empresas rusas y mercenarios rusos en Níger, lo que podría indicar la dirección hacia donde se dirigirá esta nueva licencia”. En otra maniobra por socavar la influencia y el poder de Francia, antigua potencia colonial de la región, la junta militar sigue su acercamiento a las potencias consideradas ‘enemigas’ de Occidente: Rusia, China e Irán. Luego de la expulsión de Orano, la empresa minera Azelik, propiedad mayoritaria de intereses chinos, se hace cargo cada vez más de las minas de uranio en el norte del país, suspendidas desde hace una década debido a su escasa rentabilidad.
La junta de Níger no pierde tiempo. La empresa nuclear estatal rusa Rosatom está en conversaciones para adquirir los activos nigerinos de Orano. El Kremlin tiene una estrategia continental para dominar el mercado de la energía nuclear para impulsar la economía rusa y aumentar la influencia sobre los países que pretenden reducir las compras de energía rusa. Rusia ha conseguido numerosos acuerdos sobre cooperación nuclear pacífica y construcción de centrales nucleares en el continente. Estos acuerdos crean oportunidades de mercado, como la exportación de tecnología de energía nuclear, la construcción de centrales eléctricas y el dominio del mercado de combustible de uranio.
Es probable que la junta nigerina esté buscando apoyo militar o acceso a corto plazo a ingresos para impulsar sus esfuerzos de contrainsurgencia y su economía, fortaleciendo la seguridad de su régimen. La junta ha negociado otros acuerdos para intercambiar recursos naturales por préstamos y armas en 2024. Un acuerdo con Rosatom no sería el primero con las nuevas potencias amigas del régimen. El pasado mes de abril, Níger firmo un acuerdo con la China National Petroleum Corporation por 400 millones de dólares, para la explotación del campo petrolero de Agadem.