Bola Ahmed Tinubu asumió como presidente de la República Federal de Nigeria el 29 de mayo de 2023 tras obtener el 36,6% de los votos en las elecciones. Vale aclarar que, en el pasado, Tinubu supo ser gobernador de Lagos, ciudad más poblada de Nigeria y segunda más poblada del continente, durante ocho años.
Luego de su asunción como presidente de Nigeria, además, fue elegido como presidente de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), a principios de julio. La CEDEAO es una organización regional formada en 1975 por el Tratado de Lagos y compuesta, hoy por hoy, con 15 Estados miembros, incluidos Nigeria y Níger, que busca, como objetivo primordial, fomentar la integración económica de sus miembros.
Asimismo, la CEDEAO aspira a impulsar la cooperación en materia de seguridad regional. A este respecto, la organización a logrado la firma de pactos de no agresión y la conformación de una fuerza armada conjunta, conocida como Fuerza Armada Aliada de la Comunidad, la cual, ocasionalmente, participar e impulsa misiones de mantenimiento de la paz.
Al asumir la presidencia de la CEDEAO, Tinubu declaró que «debemos mantenernos firmes en la democracia. Sin democracia no hay gobernabilidad, no hay libertad, no hay estado de derecho. No vamos a permitir golpe tras golpe en África Occidental«.
En este contexto, cabe recordar que el pasado 26 de julio, oficiales de las fuerzas de seguridad y miembros de las Fuerzas Armadas de Níger detuvieron al presidente Mohamed Bazoum, ejecutando así un nuevo golpe de estado en África Occidental.
Sin embargo, este golpe de Estado no es simplemente uno más del montón para Nigeria, ya que, con Níger, el país liderado por Tinubu comparte su frontera más extensa. Además, el vicepresidente electo, Kashim Shettima, fue gobernador del Estado de Bono, gronterizo de Níger, el cual se ha convertido en el epicentro del grupo terrorista islámico Boko Haram.
Como presidente de la CEDEAO, Tinubu ha dejado ver su plan de política exterior y su aspiración de consolidar a Nigeria como la potencia regional. A tan solo horas de la confirmación oficial de lo acontecido en la capital nigerina, Niamey, el recientemente electo presidente denunció de manera tajante el accionar de la fuerzas de seguridad y pidió el restablecimiento de Bazoum de manera inmediata.
Luego de idas y vueltas con el nuevo Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CNSP) de Níger, el mandatario nigeriano envió al presidente de Benín, Patrice Talon, a hacer las veces de mediador oficial representando al bloque regional. Sumado a ello, el expresidente de Nigeria, Abdulsalam Abubakar, fue sumado a la delegación que viajó a Niamey a pedido de Tinubu, cuyo objetivo era incluir presencia nigeriana en las negociaciones.
Posteriormente, el líder de la CEDEAO llamó a una reunión de emergencia de los miembros del bloque, y también llevó a cabo comunicaciones con Kamala Harris, vicepresidente de los Estados Unidos, y con Anthony Blinken, secretario de Estado de ese mismo país. Además, estableció diálogos con el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres.
En el último tiempo, Nigeria ha adoptado una importancia geoestratégica elevada. Sus extensos recursos petrolíferos, agregados a su importancia como hub logístico en términos de comercio, han posibilitado que las últimas administraciones nigerianas hayan transformado al país en un eslabón fundamental y casi indispensable de la economía internacional.
Cabe recordar que Nigeria cuenta con un Producto Bruto Interno (PBI) nominal de 514.000 millones de dólares. Además, en 2021, el país africano efectuó exportaciones por un total de 57.000 millones de dólares, además de que, del total de ganancias obtenidas, el 71,9% provino de la venta de petróleo crudo.
En este contexto, la economía nigeriana se ve potencialmente amenazada por la creciente violencia y e inseguridad en la región. No sólo debido a los últimos golpes de Estado en el Sahel, como el ultimo en Níger y los anteriores en Mali y Burkina Faso, sino también por el creciente y persistente riesgo de la piratería en el Golfo de Guinea, que afecta significativamente el comercio regional e internacional, y la amenaza presente del terrorismo yihadista. Es por eso que el presidente nigeriano busca que Nigeria se establezca como una potencia no solo económica, sino también en materia de seguridad regional.
Por ello, a través de la CEDEAO, Tinubu ha advertido al gobierno golpista de Níger de que una operación militar conjunta de la Fuerza Armada Aliada de la Comunidad podría tener lugar en Níger en caso de que no se restablezca la democracia a corto plazo. «Bazoum regresa al poder a mas tardar el domingo, o la intervención militar se ejecuta la próxima semana«, establece el ultimatum.
«Estamos decididos a detenerlo, pero la CEDEAO no les va a decir a los golpistas cuándo y dónde vamos a atacar. Esa es una decisión operativa que será tomada por los Jefes de Estado«, declaró el comisionado de Asuntos Políticos, Paz y Seguridad, Abdel-Fatau Musa, diplomático ghanés.
Esta declaración de intenciones por parte de los altos mandatarios del bloque regional ha generado un rechazo absoluto en los gobiernos militares de Malí y Burkina Faso, también miembros de la Comunidad. Según establecieron en una declaración conjunta, una operación en Níger será vista como una agresión a ellos también.
“Cualquier intervención militar contra Níger sería considerada una declaración de guerra contra Burkina Faso y Malí“, advirtieron los líderes militares, que también agregaron que tal medida podría tener «consecuencias desastrosas» que «podrían desestabilizar toda la región«.
