El pasado 24 de noviembre, un día después de su posesión presidencial, Daniel Noboa, asignó mediante la suscripción del Decreto Ejecutivo N° 27, como única función a su vicepresidenta, Verónica Abad, la tarea de ser «colaboradora para la paz y precautelar el incremento de la conflictividad entre Israel y Palestina».
Esto implica que la Vicepresidenta deberá trasladarse a la oficina de la Embajada de Ecuador en Tel Aviv para cumplir con la única función asignada por el Presidente. El mandatario justificó su decisión haciendo referencia al artículo 149 de la Constitución Nacional, el cual establece que la Vicepresidenta ejercerá las funciones éste le asigne.
Adicionalmente, mediante el Decreto N° 30, Noboa ordenó «la reestructuración institucional de la Vicepresidencia de la República, al amparo de las normas de austeridad de gasto público». Las acciones administrativas y legales realizadas por el Ministerio de Trabajo y la Secretaría Nacional de Planificación (SENPLADES), en virtud de dicho decreto, podrían implicar desvinculaciones o traslados de personal a otras dependencias estatales.
La decisión de Noboa fue celebrada por las Embajadas de Israel, Estados Unidos, Rusia y China en Ecuador.
La respuesta de Abad
Abad aprovechó el 25 de noviembre, Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, para publicar un video en sus redes sociales en el que menciona que la violencia también se manifiesta «cuando obedecemos con miedo, cuando, abusando del poder, te minimizan y te envían a morir a la guerra«. El video fue interpretado como una respuesta indirecta a su inconformidad con la decisión del Presidente.
La Vicepresidenta emitió un pronunciamiento oficial este martes 28 de noviembre a través de una rueda de prensa, aceptando el Decreto 27 y asegurando que cumplirá con la misión de ser colaboradora por la paz y evitar el escalamiento de la conflictividad entre Israel y Palestina. Además afirmó que será vicepresidenta y embajadora en Israel, ya que entiende que su designación implica contar con el beneplácito.
Adicionalmente, afirmó que aunque el presidente la prefería lejos del país, haría sus mejores esfuerzos para contribuir a la paz en la región, incluso considerando que países con gran poder político y económico como Estados Unidos no han tenido éxito. «Mi presencia será notable aún estando a kilómetros del Ecuador… No abandono el barco; me envían lejos«, aclaró.
“Por el beneficio del pueblo y para garantizar la estabilidad constitucional, para que en un mandado acuerdo político no se me interponga un abandono del cargo como lo están pretendiendo”, afirmó Abad
Distanciamiento entre Noboa y Abad
Desde la campaña de la segunda vuelta electoral, se notó un evidente distanciamiento en el binomio, confirmado por Abad en sus declaraciones. Los actos de campaña que llevaron a cabo juntos fueron escasos, estuvieron en diferentes ciudades durante las elecciones, y Abad no participó en la celebración tras la victoria electoral. Además, no estuvo presente en el almuerzo oficial en el Palacio de Carondelet después del cambio de mando, ni en la foto oficial con el gabinete. En la rueda de prensa, aclaró que la razón fue que no recibió invitación para ninguno de estos eventos.
Abad responsabiliza como parte de esta situación al «ataque continuo contra su persona» que se dio desde la campaña. «Presentaron videos antiguos, presentándolos como nuevos, como propuestas de campaña y lo siguen haciendo (…) Me acusan de contradecir las propuestas de Daniel Noboa. Esta campaña sucia también se ha dado a la interna de ADN (partido político). Yo luchaba contra dos campañas sucias», afirmó.
La Vicepresidenta hace alusión a declaraciones que se volvieron virales durante la campaña, resaltando diversas opiniones controvertidas que ha expresado en el pasado. En estas, se autodefine como una derechista liberal y provida, oponiéndose al concepto de igualdad de género, y manifestando afinidad con los valores del partido ultraderechista Vox. Analistas sostienen que el equipo de Noboa optó por distanciarse de su historial ideológico, relegándola al margen de la campaña.
Abad no posee experiencia en el ámbito diplomático, lo que hace que la decisión de Noboa llame aún más la atención al enviar a la vicepresidenta al complejo conflicto.