Mientras la Comisión Europea insiste para que se firme antes de fin de año, el gobierno francés intensifica su postura en contra del acuerdo, por el impacto económico que tendría su implementación en sectores estratégicos, en los términos actuales.
De este modo, Michel Barnier, Primer Ministo de Francia, sostuvo en Bruselas que las condiciones actuales no son aceptables, y no lo serán, advirtiendo que su país no apoyará la conclusión del acuerdo en la forma en la que está planteado.
En la reunión que mantuvo con la Presidente de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, el funcionario de Macrón advirtió sobre el «impacto desastroso» que tendría el acuerdo sobre áreas clave de la economía europea, especialmente la agricultura y la ganadería, puesto que a través de la implementación del Acuerdo Mercosur-UE, incrementaría la importación de materias primas provenientes de Sudamérica, lo cual beneficiaría a los países del cono sur, pero podría perjudicar a los agricultores europeos, que rechazan fervientemente el pacto.
Michel Barnier, presumiblemente presionado por el sector agrícola francés, que se ha manifestado en reiteradas ocasiones, afirmó que el pacto es perjudicial, que no se justifica desde la óptica comercial de la Unión Europea, y que su postura es compartida por otros miembros del bloque, entre los que están Polonia y Austria, que ya han expresado su rechazo. En tanto, Alemania y España estarían impulsando el acuerdo.
En este escenario, Francia buscaría armar un frente que se oponga a la firma del acuerdo, mientras se esperan movilizaciones de sindicatos vinculados al sector agrícola para los próximos días, poniendo al país en pie de guerra contra el pacto Mersocur-UE.