El general de tres estrellas y actual ministro de Defensa de Corea del Sur brindó una entrevista con Reuters, en la cual habló sobre un tema trascendental en el contexto de las elecciones de Estados Unidos y que está tomando mucha importancia en la agenda política en el país del sur de la península: armas nucleares. A medida que su vecino del norte va aumentando su arsenal nuclear y sus capacidades balísticas, la discusión de la fabricación o no de armas nucleares está en la agenda política surcoreana.
En relación a los rumores, el ministro dijo que producir un arsenal nuclear propio podría llevar consecuencias devastadoras, tanto en su posición diplomática como en su economía. Incluso varios analistas compararon las potenciales pérdidas financieras similares a las caídas que sufrió la bolsa surcoreana en lo que los expertos llamaron Lunes Negro, la mayor caída del mercado de valores desde la crisis del 2008 y que afectó a la gran mayoría de los países de Asia. “Se enfrentarán a una enorme grieta en la alianza de los EE.UU., y si nos retiramos del tratado de no proliferación nuclear, traería varias sanciones, comenzando con un shock inmediato en nuestro mercado financiero”, declaró Shin Won-sik.
El hecho de que esta discusión sea un debate tan importante entre los políticos y los expertos de política exterior de Corea del Sur se debe dos factores fundamentales: primero y principal, Corea del Norte está profundizando y expandiendo su armamento nuclear, y segundo, pero no menos importante, es que un segundo periodo de Trump como presidente de Estados Unidos podría complicar la cooperación entre Seúl y Washington. Esto se debe la mirada más proteccionista que ha demostrado Trump en campaña, y sus quejas hacia el gasto que ocasiona la presencia estadounidense en la península coreana (como también de la ayuda a Ucrania e Israel).
Inmersos en el contexto internacional y la rivalidad estratégica entre Estados Unidos y la República Popular de China, y con la guerra en Ucrania cerca de su territorio (o al menos Rusia). El ministro manifestó que “incluso en el noreste de Asia hay fuerzas que buscan abiertamente cambiar el statu-quo por la fuerza, y nosotros estamos a la vanguardia, directamente afectados. Al cerrar este año un tratado de asociación estratégica con Rusia, Corea del Norte ha pasado de ser un dolor de cabeza en Asia a un villano global, mientras que Moscú manchó su propio prestigio nacional al ‘rogar ayuda’ a Pyongyang y traicionar a la comunidad internacional con su guerra contra Ucrania”.
En relación a esto, Shin Won-sik aclaró que Corea del Sur podría considerar el envío de armas y munición a Ucrania en caso de que Rusia le proporcione Kim Jong-un de tecnología clave para lanzar misiles balísticos nucleares. Mencionó también qué los norcoreanos han recibido asistencia rusa en el (fallido) lanzamiento de un espía satélite en el mayo pasado. A pesar de esta cooperación entre ambos países, el ministro minimizó esto, diciendo que ellos se preocupan más por una potencial cooperación en cualquier transferencia de tecnología relacionada con misiles balísticos intercontinentales y armas nucleares, así como armas antiaéreas, radares, tanques y aviones de combate.
Las tensiones entre el norte y el sur de la península están en unos de sus peores momentos. No sólo por lo que esta sucediendo en lo nuclear, sino que Corea del Norte ha enviado globos llenos de basura hacia el sur, en respuesta a panfletos que mandaron manifestantes surcoreanos hacia Pyongyang. Seúl reanudó sus transmisiones por altavoces cerca de la frontera por primera vez desde 2018, con noticias a todo volumen y música K-pop, que Shin Won-sik calificó como una forma “eficaz y punzante” de guerra psicológica.
“La campaña de altavoces tendría un impacto a largo plazo como catalizador clave para impulsar el cambio en la sociedad y podría potencialmente proporcionar un impulso para la desnuclearización del Norte si trabajamos más con la comunidad internacional. Entiendo que Corea del Norte ha estado luchando por bloquear la popularidad de BTS ya que había una locura entre los jóvenes que imitaban sus bailes”, declaró el ministro.