El lunes, el primer ministro español, Pedro Sánchez, anunció desde el Palacio de la Moncloa que disolverá el Parlamento y llamará a elecciones anticipadas en julio. Este anuncio se dio un día después de conocerse los resultados de las elecciones que se celebraron en 12 de las 17 comunidades autónomas españolas y en miles de municipios. En ellas, el Partido Socialista de Sánchez perdió muchas de las grandes ciudades españolas, las cuales quedaron en manos del Partido Popular, de centroderecha.
Se registró una victoria del Partido Popular (PP) en 7 de las 12 regiones disputadas, incluidas algunas previamente gobernadas por el PSOE como Aragón, La Rioja, Valencia y las Islas Baleares. Excepto en La Rioja, donde alcanzó la mayoría absoluta, el PP deberá formar un gobierno de coalición para poder gobernar, y lo más probable es que lo haga con el ultraderechista Vox.
En estas elecciones, vistas ampliamente por la opinión pública como una muestra de lo que podría pasar en las elecciones generales que estaban previstas para fin de año, el PP y Vox fueron los grandes ganadores, mejorando 9 y 3,6 puntos porcentuales respectivamente en comparación con las elecciones de 2019. Si bien el PSOE no perdió tantos votos, su aliado en el gobierno, el izquierdista Podemos, tuvo un pésimo desempeño.
Cabe resaltar que la performance electoral de los partidos de derecha se vio beneficiada por el colapso del espacio centrista Ciudadanos, que si bien había sido una fuerza importante en las últimos años. Sin embargo, luego de estas elecciones, el partido quedó sin representación en casi todas las legislaturas.
“aunque las elecciones de ayer tuvieron un alcance local y autonómico, el significado del voto transmite un mensaje que va más allá. Por eso, como presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, asumo personalmente los resultados” dijo Sánchez a la nación en el discurso televisado del lunes.
El primer ministro citó la presidencia pro tempore de la Unión Europea, que España recibirá a inicios de julio, y la guerra de Ucrania como razones por las cuales es necesario clarificar la voluntad del pueblo por medio de elecciones anticipadas. Al respecto dijo que “sólo existe un método infalible para resolver estas dudas. Ese método es la democracia”.
Si bien Sánchez logró alcanzar un gran reconocimiento internacional durante su gobierno iniciado en 2018, lo que le ha permitido en las últimas semanas reunirse tanto con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, como con el mandatario chino, Xi Jinping, dentro de su país su gobierno se volvió cada vez más controvertido e impopular.
A pesar del desempeño relativamente sólido de la economía española, la cuarta de Europa, y una serie de logros legislativos a favor de los trabajadores, la posición de Sánchez se ha visto debilitada por sus polémicas alianzas políticas. El premier se ha apoyado en los votos parlamentarios de los separatistas catalanes y de un partido secesionista vasco, EH Bildu, cuyos candidatos electorales incluían a 44 ex miembros de ETA, grupo terrorista ya disuelto que ha sido declarado culpable de cometer delitos violentos.
Recordemos que Sánchez ha formado el primer gobierno de coalición en la historia de España con el partido de izquierda Podemos. Sin embargo, en marzo de este año, esta coalición terminó por impulsar una desafortunada ley de consentimiento sexual que resultó en la reducción de las sentencias de prisión de más de 1.000 delincuentes sexuales condenados, lo cual ha sido ampliamente criticado hacia adentro.
Por su parte, la popular líder del PP en Madrid, Isabel Diaz Ayuso, se aseguró un tercer gobierno y además obtuvo la mayoría absoluta en la Asamblea de Madrid. El PP triunfó en el resto de las grandes ciudades como Valencia, Sevilla y Zaragoza. Por el contrario, en Barcelona no se compartió la tendencia del resto del país al presentarse una ajustada victoria del independentista Xavier Treas, que deberá buscar aliarse con los socialistas para reemplazar a la actual alcaldesa de extrema izquierda Ada Colau.
El líder del Partido Popular y ahora uno de los principales candidatos al gobierno de España, Alberto Nuñez Feijoó, deberá hacer un interesante juego de equilibrio de cara a las siguientes elecciones. Si bien en la campaña el PP buscó moderar su línea para atraer a los votantes de centro, necesitará de Vox para gobernar en la mayoría de las comunidades en las que ganó y en un eventual gobierno nacional.
Santiago Abascal, líder de Vox, dijo en un discurso el lunes que “Vox ha venido para quedarse y ha venido para ser determinante en la construcción de la alternativa que necesita España”. Tras estas últimas elecciones el partido nacionalista y conservador fundado en 2013 se consolida como el tercero más importante de España.