No es ninguna novedad la imperiosa necesidad de la Argentina de aumentar la disponibilidad de aeronaves de transporte mediano para que las fuerzas armadas cuenten con los medios para cumplir las misiones requeridas. Además, considerando el estado actual de la flota principal de Hércules C-130 de la Fuerza Aérea, habrá que buscar un reemplazo en los próximos años.

Y es en este punto donde aparece el famoso KC-390 de Embraer, que está logrando grandes ventas en todo el mundo, puesto que se posiciona como la aeronave estándar que reemplace a la antigua flota de hércules a nivel internacional.

En tanto, la Argentina es Socio de Riesgo del programa de fabricación KC-390 y proveedor exclusivo para toda la serie de la aeronave, habiendo realizado, entre 2011 y 2015, una inversión total de USD 29,8 millones para la participación en el programa, destinada a infraestructuras, máquinas y equipos, equipos de utillaje y personal certificado.

Por otro lado, una de la cláusulas del contrato firmado entre los Ministerios de Defensa de Argentina y Brasil para la participación de la primera en el programa KC-390, incluye una intención de compra por 6 unidades por parte del gobierno argentino, según lo dispuesto en el año 2014.

A pesar de esto, los años fueron pasando, y ni el gobierno argentino buscaba reflotar dicha cláusula, ni el gobierno brasileño intentó ejercer derechos u obligaciones respecto de la misma.

Lo cierto es, que si se observan los sistemas y componentes que equipan al KC-390, puede comprobarse que dispone de elementos y sistemas críticos de fabricación británica, motivo por el cual, en el caso hipotético de concretarse su incorporación, toda compra destinada al sostenimiento logístico sería vetada debido a los componentes británicos.

Como se observa en la imagen, Bae Systems provee las palancas laterales de control activo (Active Side Sticks), el sistema electrónico y control de vuelo de la aeronave (Flight Control System and Actuators) y el control de vuelo digital (FBW Primary and Spoiler).

Asimismo, Cobham Mission Systems suministra el radomo, así como el equipo de reabastecimiento de combustible en vuelo junto con la sonda (Air-to-Air Refuelling) y los tanques auxiliares internos (Wing Air Refueling Pod System).

En virtud de ello, la compra de este sistema de armas quedaría sujeta al veto británico. Si bien podrían buscarse alternativas para sustituir los componentes de fabricación inglesa, sería necesario encontrar a los proveedores de los sistemas a reemplazar, seguir una línea de trabajo y conseguir una certificación que tendría costes muy elevados. En este sentido, el mismo fabricante de la aeronave, Embraer, dejó en claro que dicha iniciativa es inviable bajo todo punto de vista.

Aun así, Argentina tiene una participación activa en el programa, suministrando seis conjuntos: las puertas de tren de aterrizaje (NLGD), los rack de electrónica donde se alojan sistemas electrónicos y equipos de comunicación (Upper & Lower Rack), el cono de cola (Tail Cone), los carenados de flaps (Flaps Fairings), los spoilers para los frenos (Wing Spoiler) y la puerta de carga (Cargo Door). Esta última es la que mayor intervención demanda para el proceso de armado. En tanto, los seis conjunto pesan más de una tonelada, aproximadamente.