Pensados para ser incorporados a la vanguardia de las operaciones de control del espacio aéreo, esta nueva plataforma de combate autónoma tendrá por propósito saturar las defensas enemigas a partir de la liberación de “enjambres” de drones más ligeros y difíciles de interpretar por parte de sistemas anti-aereos tradicionales gracias a su baja velocidad, alta maniobrabilidad y diminuto tamaño relativo.
En esencia, mientras el Jiu Tan podría aparecer en los juegos de guerra futuros como aparato de primera oleada, para reducir considerablemente la capacidad de defensa anti-aérea enemiga, los misiles de crucero y aviones caza-bombardeo tripulados aparecerían como segunda y/o tercera oleada a fin de limpiar la zona, asegurando la cobertura aérea necesaria para el posterior despliegue de tropas, en caso de ser necesario.
La idea de los “enjambres” de drones no es nueva. De hecho, hace poco mas de tres años que tanto las fuerzas aéreas de Estados Unidos como India, en menor medida, han estado publicando imágenes de sus primeras pruebas ensayo desde aviones tripulados, tales como el caza polivalente Mc Donnell Douglas F-18 Super Hornet.
Enjambres de Drones: posibles implicancias para el futuro de la guerra aeroespacial
Expertos y analistas militares del Centro estadounidense de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) consideran que, una vez desplegados, el ojo humano podría quedar prácticamente imposibilitado para seguir y dar correctamente con la gran mayoría de estos artefactos. La capacidad humana de velocidad y coordinación ojo-mano, advierten, no sería suficiente para repeler efectivamente este nuevo tipo de amenaza a la seguridad militar.
De este modo, en estos hipotéticos escenarios futuros, las defensas anti-aéreas podrían verse en la necesidad de pasar a depender, casi exclusivamente, de sistemas basados en tecnologías más sofisticadas, veloces y complejas.
Asimismo, Ulrik Franke, quien es miembro del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores y analista en tecnología de drones, tiempo atrás habría advertido sobre la probabilidad de que en el corto plazo pudiésemos asistir a una nueva carrera armamentística internacional, esta vez por el desarrollo de sistemas autónomos de ataque y defensa, no solo para el ámbito aéreo, sino también el terrestre y el marítimo. Adicionalmente, sugiere la posibilidad de que estos sistemas operen con grados cada vez mayores de IA, en detrimento de la voluntad humana para la toma de decisiones tácticas.
Sin embargo, a la luz de las pruebas y ensayos que han estado llevándose a cabo en este campo por parte de China, EEUU e India, podría asumirse que dicha carrera ya está teniendo lugar en la geo-estrategia internacional. En este sentido, la presentación del primer UAV “porta-drones” del mundo representa un significativo avance de China en esta competencia.
De ahora en más, solo resta estar atentos a los siguientes avances que estén dispuestos a dar los demás Estados en carrera dentro del futuro próximo.