El caso de Sudáfrica contra Israel en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya, comenzó el pasado jueves con sus primera audiencias. El gobierno con sede en Pretoria acusa a Israel de cometer el delito de genocidio en violación de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948, también conocida como Convención sobre el Genocidio, de la que ambos Estados son parte.
Cabe resaltarse que la CIJ fue creada en 1945 por la Carta de las Naciones Unidas después de la Segunda Guerra Mundial como principal órgano judicial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948 reza, en su artículo II, que “se entiende por genocidio cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”.
Todos los Estados miembros pueden presentar casos ante él en virtud de tratados, acuerdos u otra forma de consentimiento. Además, algunas organizaciones también pueden solicitar al tribunal que emita una opinión consultiva no vinculante sobre una cuestión jurídica.
La CIJ se pronuncia sobre cuestiones de responsabilidad del Estado, es decir, cuando un Estado ha violado una norma de derecho internacional o una obligación jurídica contraída a nivel internacional.
En su presentación ante los 15 jueces de la CIJ, el equipo sudafricano, dirigido por el académico de derecho internacional y abogado John Dugard, articuló la situación de los palestinos en Gaza y presentó una serie de argumentos para que el accionar israelí sea considerado como “genocida”.
Aunque la CIJ podría tardar años en dictar una sentencia definitiva, este procedimiento inicial se centra en la solicitud específica de Sudáfrica de una orden de emergencia para conseguir un cese al fuego inmediato y evitar la continuación de la destrucción en la Franja de Gaza.
Adila Hassim, una de las abogadas que representa a Sudáfrica, dijo que no es necesario que el tribunal llegue a una sentencia final sobre las acusaciones de genocidio ahora, sino que lo importante es concluir que al menos algunas de las acciones de Israel caen dentro de la definición de la convención y, consecuentemente, intervenir.
A continuación, citando a Al Jazeera, Radar Internacional trae los cinco principales “actos genocidas“que Israel habría cometido desde el pasado 7 de octubre:
Asesinatos masivos de palestinos
El “primer acto genocida es la matanza masiva de palestinos en Gaza“, dijo Hassim, mostrando a los jueces de la CIJ fotos de fosas comunes donde se enterraron cuerpos de palestinos asesinados, “a menudo sin identificar“.
Según la abogada sudafricana, Israel ha lanzado bombas altamente destructivas de 2.000 libras en partes de Gaza que previamente habían sido declaradas como “seguras”. Más de 1.800 familias han perdido a varios miembros de su familia, mientras que a algunas familias no les queda ningún sobreviviente, agregó Hassim.
Daños corporales y mentales sobre los palestinos
El segundo acto genocida “es la imposición israelí de graves daños mentales y corporales” a la población de Gaza, acorde a la presentación de Hassim. Cerca de 60.000 personas han resultado heridas y mutiladas, la mayoría de ellas mujeres y niños, en un lugar donde el sistema de salud ha colapsado, añadió.
Hassim también citó el arresto de un gran número de palestinos, incluidos niños, que fueron desnudados y cargados en camiones que se dirigían a lugares desconocidos. “El sufrimiento del pueblo palestino, físico y mental, es innegable“, sentenció la abogada.
Desplazamiento forzado de palestinos y bloqueo de alimentos
Hassim dijo que Israel ha impuesto deliberadamente condiciones que no pueden sostener la vida y que están calculadas para provocar la destrucción de Gaza a través del desplazamiento forzado de la mayor parte de la población. A su vez, señaló que miles de familias han sido desplazadas varias veces, y que medio millón de personas no tienen hogar al cual regresar.
Asimismo, la abogada sudafricana citó cómo Israel dio órdenes a hospitales enteros de evacuar en un plazo de 24 horas sin colaborar con el traslado de los heridos y de los suministros médicos. “La orden en sí fue genocida“, resaltó Hassim.
Además, según la acusación, Israel también ha bloqueado los alimentos y el agua de la Franja, lo que ha provocado una hambruna generalizada. A su vez, acusa al Estado judío de imposibilitar la distribución de la ayuda humanitaria que está disponible al restringir el movimiento de los trabajadores humanitarios.
Israel, agregó Hassim, también ha impuesto deliberadamente condiciones que niegan a los palestinos en Gaza un refugio adecuado, ropa, ropa de cama y otros bienes críticos no alimentarios. Según la acusación, no hay agua potable para beber, limpiar y cocinar, lo cual estaría impulsando diversas enfermedades estomacales.
Destrucción del sistema sanitario de Gaza
La cuarta acción genocida es el asalto militar israelí contra el sistema de salud de Gaza, “que hace que la vida allí sea insostenible”, afirmó Hassim.
La atención médica de Gaza ya estaba paralizada antes del 7 de octubre, informó la abogada, y la situación actual solo colabora a que el sistema no pueda hacer frente a la gran cantidad de personas heridas que necesitan tratamiento críticos.
Prevención de nacimientos palestinos
Por último, Israel está bloqueando el tratamiento necesario para dar a luz a los bebés. Esto, agregó Hassim, equivale a impedir los nacimientos en Gaza y es un acto de genocidio.
Hassim también citó a Reem Alsalem, relatora especial de la ONU sobre la violencia contra las mujeres y las niñas, quien había advertido anteriormente que la “violencia reproductiva infligida por Israel a las mujeres, los bebés recién nacidos, los bebés y los niños palestinos […] podrían calificarse como actos de genocidio“.