Luego de tres días de debates e intercambios, la cumbre de la OTAN ha concluido. Con el foco puesto en el conflicto de Ucrania, y en un momento de fragilidad para el mandatario estadounidense, Joe Biden, los líderes miembros reafirmaron más que nunca su apoyo a Zelenski frente a la amenaza rusa.
A pesar de que Ucrania no será integrada a la alianza este año, los miembros han declarado que la futura membresía está prácticamente asegurada: «Mientras Ucrania continúa con este trabajo vital, continuaremos apoyándola en su camino irreversible hacia la plena integración euroatlántica, incluida la membresía en la OTAN» se lee en la declaración de la cumbre.
También, los miembros declararon abiertamente que Rusia es el enemigo y que debe ser derrotado. El secretario general de OTAN, Jens Stoltenberg, expresó: “El apoyo hacia Ucrania no es caridad, está dentro de nuestros intereses de seguridad”. A su vez, los miembros se comprometieron a asistir a Ucrania con un paquete de ayuda militar de 43 mil millones de dólares en el próximo año.
Además de reafirmar su postura frente al conflicto ruso-ucraniano, la OTAN expresó su preocupación por el arsenal nuclear de China y sus capacidades espaciales. También, acusaron a China de asistir a Rusia en la guerra, e instaron a “cesar todo apoyo material y político al esfuerzo bélico de Rusia.” Sin embargo, desde Beijing niegan estas acusaciones y afirman que China busca “promover las conversaciones de paz y el acuerdo político”. La portavoz del ministerio de relaciones exteriores de China, Lin Jian, calificó a la declaración de la OTAN como “maliciosa”.
Mientras tanto, el secretario de prensa del Kremlin, Dmitri Peskov enfatizó que desde Rusia “estarán atentos al desenlace de la cumbre de Washington”, y dijo a la prensa: “ustedes saben que es una alianza que considera a Rusia un enemigo, un adversario”.
Las conclusiones de la cumbre son las que uno esperaría dados los hechos recientes. Sin embargo, a pesar del consenso mayoritario, Hungría sigue mostrándose rebelde, y afirmó que no apoyara que la OTAN se vuelva un bloque “anti China”.
Pese a que la guerra en Ucrania se llevara todas las cámaras, en la declaración se destacan otros asuntos, como la preocupación por la ascendencia del bloque Rusia-China-Corea del Norte-Irán, y se reafirma una postura fuerte frente a la lucha contra el crimen organizado y el terrorismo. En suma, los miembros se comprometen a fortalecer las capacidades militares de sus respectivos países, así como se establece en la declaración: “En esta Cumbre del 75º aniversario, estamos tomando nuevas medidas para fortalecer nuestra disuasión y defensa.”
Ahora, queda observar cómo estas medidas impactan en el conflicto de Ucrania en los próximos meses. También será interesante observar si se presenta algún cambio en las dinámicas de la organización, provocada por los cambios políticos en los países líderes que la conforman. Ya sea un posible cambio de presidencia en los Estados Unidos, el cambio de gobierno en el Reino Unido y la pérdida relativa de poder de Emmanuel Macron en Francia.