La candidata a presidente del Partido Demócrata, la actual vicepresidente Kamala Harris, se presentó por primera vez con su compañero de fórmula la noche del martes en un rally en Pensilvania. Tim Walz, actual gobernador del estado de Minnesota fue elegido en tiempo récord como candidato a vicepresidente, semanas después de que Biden baje su candidatura y días luego de que la postulación de Kamala sea confirmada.
Al igual que sus contrincantes, el ticket formado por Donald Trump y su vice J.D. Vance, ahora se embarcarán en una gira de campaña por los swing states, o estados péndulo, lugares claves para los comicios donde más disputadas son las elecciones entre republicanos y demócratas.
La designación de Walz fue definida en el intento de balancear el perfil de Kamala, primera vicepresidente mujer y también primera persona de ascendencia sudasiática y afroamericana en ocupar el cargo, californiana de San Francisco, egresada de universidad privada y política de carrera.
Aunque tienen la misma edad, 60, sus antecedentes son muy diferente. Walz es oriundo de un pueblo de 400 habitantes en Nebraska, pleno Mid West estadounidense. A los 17 años se enlistó en la Guardia Nacional donde se retiró como Sargento Mayor 24 años después. Después fue profesor de geografía en el secundario y entrenador de fútbol americano. En sus primeros discursos resaltó que pudo graduarse en ciencias y recibir educación universitaria gracias a ayudas sociales tras la prematura muerte de su padre.
Su primera experiencia como profesor la tuvo en China, en 1989, el año de la masacre de la plaza de Tiananmén. Allí dio clases de inglés y aprendió mandarín. Volvió al país asiático para su luna de miel tras casarse en 1994 con Gwen Whipple, también maestra con quien tiene dos hijos, y ha organizado viajes educativos a ese destino para estudiantes estadounidenses y viajó a China en decenas de ocasiones.
Se involucró en política junto a alumnos durante la campaña presidencial de John Kerry en 2004 que perdió con George Bush hijo. En 2006 accedió a un escaño en el Congreso en representación de un distrito agrícola, fielmente republicano, al sur de Minnesota. Allí hizo campaña como un demócrata moderado, preocupado por los servicios públicos y la defensa de los veteranos. Renovó su escaño hasta 2018 cuando ganó la gobernación.
En la Cámara de Representantes colaboró estrechamente con Nancy Pelosi y apoyó causas progresistas como al Ley de Atención Médica Asequible; proyectos para aumentar el salario mínimo con lo que se ganó el apoyo de sindicatos; y promovió una iniciativa de derechos de emisión de carbono. Walz fue el patrocinador principal de la Ley Clay Hunt de Prevención del Suicidio para Veteranos Estadounidenses que estableció centros de salud mental y programas de prevención de suicidio para veteranos.
Sin embargo, en ocasiones se distancio de los demócratas y voto junto a republicanos como en el caso del apoyo a la financiación de la guerra en Irak y Afganistán; la investigación exhaustiva del historial de los solicitantes de asilo en EE. UU y en contra del rescate a bancos y automotrices promovido por Obama después de la crisis financiera de 2008.
Otro ejemplo de su identidad cambiante puede verse en que recibía apoyo y donaciones de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) y apoyaba la tenencia siendo el mismo cazador y militar. Sin embargo, luego de la masacre de Parkland, Florida cambió su postura y se mostró a favor de la prohibición de armas de asaltos, perdiendo el respaldo de la NRA.
Su faceta más progresista se vio en su gestión como gobernador donde aprobó en su estado la legalización del consumo de marihuana; la protección del derecho al aborto y la gratuidad de las comidas en las escuelas.
En su primera aparición publica como candidato a vicepresidente elogió a Kamala y dijo que «La vicepresidenta Harris ha luchado en el bando de los estadounidenses, desde su días como fiscal hasta ahora se enfrentó a depredadores y a estafadores, desmanteló pandillas transnacionales, se mantuvo firme contra los intereses de poderosas corporaciones, nunca dudó en cruzar el pasillo (las filas del partido) si eso implicaba mejorar las vidas de la gente».
A esto añadió que » lo hizo siempre con alegría». Y siguió diciendo que” EE. UU debe ser un lugar en el que solucionemos nuestras diferencias políticas no por la vía de la violencia sino con nuestros votos». Para terminar,subrayando que está listo para debatir con el candidato a vice republicano Vance.
Su nombramiento se impuso ante una lista diversa de postulantes demócratas como Josh Shapiro, gobernador de Pennsilvania, con un aspecto más formal y ambicioso y popular en un estado péndulo; el empresario y gobernador de Illinois J.B. Pritzker con una mirada más promercado; el joven gobernador de Kentucky Andy Beshear popular entre evangélicos y de familia política y el ex astronauta Mark Kelly de porte más militar.
Una vez anunciada la elección de Tim Walz el resto de los aspirantes manifestaron su apoyo. El gobernador Shapiro aseguró estar deseando «viajar por todo el estado en los próximos 90 días». Y así «unir a los residentes de Pensilvania en apoyo a mis amigos Kamala y Tim para derrotar a Donald Trump».
Los esfuerzos de campaña republicanos se apresuraron en caracterizar a Walz como alguien demasiado radical para el estadounidense común tildándolo de «aspirante a liberal de San Francisco» y de «extremista liberal peligroso». Trump afirmó que sería «el peor vicepresidente de la historia», «Peor que la peligrosamente izquierdosa y corrupta Kamala Harris».
El aspirante a vicepresidente republicano J.D. Vance afirmó que “Harris se doblegó ante el ala de izquierda radical del partido” y criticó sus políticas de inmigración y el enfoque para lidiar con la crisis de fentanilo. Sobre Walz dijo que “su historial es una broma” y sostuvo que abrazar su “ideología radical pone en peligro a los niños”.
La portavoz de la campaña de Trump, Karoline Leavitt, dijo que, como gobernador, Walz trató de «remodelar Minnesota a imagen del Estado Dorado», tal como se conoce a California.
«Aunque finge apoyar a los estadounidenses del corazón del país, cuando las cámaras están apagadas, cree que Estados Unidos rural es ‘en su mayoría vacas y rocas'», aseguró.
Otras críticas que llegaron estuvieron dirigidas a su actuación como gobernador de Minnesota luego del asesinato de George Floyd en Minneapolis, ciudad más poblada del Estado. Walz tardó días en convocar a la Guardia Nacional a pesar de la explosión social y la manifestaciones que terminaron con graves incendios en estaciones de policía y amplios destrozos.
Como gobernador en 2022, después de la invasión de Ucrania, firmó una ley para desinvertir las inversiones estatales en Rusia, pero se ha resistido a los llamados de los izquierdistas para que haga lo mismo con Israel.
Una crítica más se deriva del enorme fraude perpetrado contra el Departamento de Educación del estado en las primeras etapas de la pandemia de COVID-19, en el que se robó dinero destinado a alimentar a los niños que recibían clases a distancia. El auditor legislativo independiente del estado ha criticado a la administración de Walz por “negación, desdén o excusas” ante las acusaciones de malversación de fondos.
El presidente Biden lo llamó para felicitarlo e hizo un extenso posteo en X manifestando su apoyo. Obama hizo lo mismo y sostuvo que «El gobernador Walz cree en que el gobierno debe trabajar para servirnos y no solo a algunos de nosotros, sino a todos. Eso es lo que lo convierte en un gobernador sobresaliente, y eso es lo que lo convertirá en un vicepresidente aún mejor, alguien preparado (para el cargo) desde el primer día».
Bernie Sanders, figura del sector más a la izquierda del partido demócrata, había expresado ya antes de su nombramiento su preferencia por Tim Walz mientras que Alexandria Ocasio-Cortez, de las demócratas más progresistas, también le dio su apoyo una vez conocido su nombramiento.