El último informe de Nomura, una de las principales financieras de Japón, concluye con la idea de que el arma más poderosa de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) contra la inflación está oxidada. El informe tuvo cierta repercusión en los medios financieros porque difiere con la lectura de Wall Street, desde donde se plantea que la suba de las tasas de interés llegó a un punto de equilibrio, y que en caso de haber un ajuste, el mismo será leve.
Según la información del medio “El Economista”, Nomura plantea que se avecina un nuevo incremento con los tipos de interés para “doblegar” a la inflación hasta llevarla a un equilibrio en torno al 2%. Actualmente, la economía norteamericana ostenta un 3% de inflación acumulada en este 2023, faltando aún 5 meses para finalizar al año. Un número tal vez más prometedor con respecto al 2022, donde acumuló un 6,5% (Datos macro).
Por esta razón, hay consenso en las consultoras y financieras de que la Fed mantendrá las tasas de interés en un 5,25% durante un largo tiempo, hasta estabilizar la situación. Con esa tasa, se pone de manifiesto una postura restrictiva que busca enfriar la economía para controlar las subidas de los precios.
El economista en jefe del Instituto de Investigación Nomura, Richard Koo, comenta que, “durante la última oleada inflacionaria, la de 1979, el entonces presidente, Paul Volcker, hizo un despliegue de medidas lideradas por un recorte de liquidez”. En ese momento, según menciona Koo, «las entidades no tenían exceso de reservas, lo que les llevó a buscar liquidez rápidamente, reduciendo al mínimo la oferta». Esa situación provocó que las tasas se dispararan, enfriando la economía y estabilizando los precios.
Sin embargo, para el experto la situación hoy es muy diferente, ya que, desde la crisis financiera de 2008, “la Fed ha aplicado estímulos financieros e inyecciones de liquidez ha dejado las reservas de los bancos llenas». De esta manera, la Fed ha afectado su margen de maniobra, ya que no puede aplicar restricciones a través de la oferta monetaria, por lo que su herramienta para atacar la inflación se limita a la suba de las tasas de interés.
Según Nomura, la economía “ignora” a la Fed, y por esta razón las decisiones de la misma no están teniendo impacto directo en la economía. De esta manera, la lucha contra la inflación se “está fraguando a fuego lento” y el PBI de Estados Unidos se mantiene lejos de la recesión, con un alza del 2,4% en el segundo trimestre, creciendo incluso respecto al 2% del primero.
Son estos los datos en los cuales se basa Nomura para plantear que, para lograr el objetivo de estabilizar la inflación en un 2% anual, la Fed continuará con las subas de las tasas de interés. Según Koo, en estas circunstancias, el ajuste solo funcionaría con una suba de las tasas que se ubique muy por encima de las normalmente utilizadas.
Sin embargo, a pesar de estos datos, “la mayoría de Wall Street espera que la Fed ya esté al borde de lograr el punto óptimo con los tipos para dejarlos en esos niveles hasta que la inflación se modere. El consenso de analistas de Fed Watch muestra que un 93% de los expertos ven un respiro en las alzas”.
En síntesis, en los próximos meses veremos si las tasas mantienen su tendencia a estabilizarse en torno al 5%, o si por el contrario, se cumplen los pronósticos de Nomura, subiendo algunos puntos básicos. La influencia de este factor en la economía no debe subestimarse, el aumento de las tasas afecta al crecimiento de la economía, debido a que se retira liquidez del mercado y se aumenta el costo de financiamiento.