De manera sorpresiva, Robert Francis Kennedy Jr., ex demócrata y candidato en las elecciones estadounidenses, anunció que abandonará su campaña y llamó a sus seguidores a votar por Donald Trump, candidato republicano.
Aunque algunos insiders consideraban esto una posibilidad, no deja de sorprender debido al historial de Kennedy dentro del Partido Demócrata. La decisión de Kennedy se hizo oficial el 23 de agosto durante un acto de campaña de Trump en Phoenix, Arizona. Con la teatralidad propia de una campaña presidencial estadounidense, Trump presentó a Kennedy, quien ahora se postula de manera independiente, describiéndolo como una «gran persona» al ritmo de «My Hero» de Foo Fighters, ante la ovación del público.
Trump elogió a Kennedy como «fenomenal» y «brillante» al recibirlo en el escenario más tarde en Glendale. La rival demócrata Kamala Harris, por su parte, afirmó que intentará «ganarse» el apoyo de los votantes de Kennedy.
¿Cómo llegó Robert F. Kennedy Jr. a su candidatura presidencial?
Kennedy ganó un respaldo considerable durante la pandemia de COVID-19, al adoptar una postura crítica hacia el gobierno de Biden y su campaña de vacunación. En los años siguientes, mantuvo una postura crítica «por derecha», centrándose en la gestión económica deficiente y la falta de firmeza en la política exterior, mientras sostenía un discurso antivacunas. Finalmente, en 2023, anunció su desafiliación del Partido Demócrata y su candidatura presidencial como independiente.
La mayor parte de su electorado consistía en demócratas desilusionados con el liderazgo actual, y logró un apoyo de alrededor del 11% a nivel nacional, una rareza en el sistema bipartidista estadounidense. Al no ver posibilidades reales de competir y temiendo apoyar indirectamente a Harris, Kennedy anunció que no continuaría con su campaña.
El riesgo de “pescar en la pecera”
El capital electoral, aunque pequeño, de Kennedy podría resultar trascendente, especialmente en los llamados «swing states», donde el último día de campaña podría inclinar la balanza. Aunque Kennedy mostró su apoyo a Trump y pidió a sus seguidores que votaran por él, esto no debe interpretarse como un bloque homogéneo que seguirá ciegamente las indicaciones de su líder. Este error ya ha sido cometido en otras elecciones, como el balotaje en Argentina, donde candidatos que no accedieron al mismo llamaron a votar en blanco, o en las legislativas francesas de este año, cuando Éric Ciotti de Les Républicains pidió votar por el Rassemblement National en la segunda vuelta. En ambas elecciones, el electorado decidió distinto a lo que «ordenaron» sus líderes.
Solo queda observar en las próximas encuestas, o directamente en las elecciones, la voluntad de los «demócratas desilusionados» frente a las urnas. ¿Le darán una segunda oportunidad a Kamala Harris o su descontento los llevará a castigar a la actual dirigencia?