Rusia, a través de la Cumbre Rusia-África del pasado julio, y el evento anual conocido como “Juegos Internacionales del Ejército“, ha incrementado su participación militar en África. Además, ha aprovechado los golpes de Estado de los últimos años en distintos países del continente para presentarse como un aliado, principalmente para actuar en conjunto frente a las tendencias neocolonialistas de Francia en sus antiguas colonias.
Por un lado, la Cumbre Rusia-África 2023, la segunda edición del evento que fue pospuesto debido a la pandemia y la guerra ruso-ucraniana, es un foro de diálogo y cooperación entre la Federación Rusa y países de la Unión Africana. Por el otro, los Juegos Internacionales del Ejercito (JIE) son un evento organizado por el Ministerio de Defensa de Rusia desde el año 2015, en el que participan alrededor de 30 países que poseen estrechos lazos con el gigante euroasiático y se desarrollan actividades y competiciones del ámbito militar.
En un documento oficial distribuido en los JIE se evidencia un aumento del volumen de ventas de armamento de Rusia a países aliados, en especial a los países del África. En el mismo, se muestra la gran relación que la Federación tiene en este ámbito con Argelia y Egipto, dos de las potencias regionales de África del Norte. Adicionalmente, se observan incrementos en las exportaciones de armas y tecnología militar a países de Asia y América del Sur.
En el discurso de apertura de los JIE del 2022, el presidente ruso, Vladimir Putin, declaró que “Rusia aprecia sinceramente los lazos históricos, fuertes, amistosos y verdaderamente confiables con los estados de América Latina, Asia y África y está lista para ofrecer a sus socios y aliados los tipos de armas más modernos“.
De los 30 países que participaron en los JIE del año pasado, casi un tercio son del continente africano; a saber, Argelia, Congo, Egipto, Mali, Nigeria, República Centroafricana, Sudán y Zimbabue. Varios de estos países ha contratado instructores del Grupo Wagner en su territorio. Además, altos funcionarios de los gobiernos de estos países llevan a cabo, regularmente, reuniones y conferencias con elministro de defensa ruso, Serguéi Shoigú, y, en algunas ocasiones, con Vladimir Putin.
“La política de Rusia hacia Zimbabue ha evolucionado en los últimos años de manera positiva. El compromiso del gobierno de Zimbabue con la Federación Rusa está arraigado históricamente en la contribución del nuevo estado para que Zimbabue alcance su libertad y nacionalidad en 1980“, declaró el embajador zimbabuense ante la Federación Rusa, el brigadier general Mike Nicholas Sango.
Con el correr de los años, Rusia y Sudán han estrechado sus relaciones de amistad. Según fuentes oficiales, reuniones entre funcionarios de ambos ministerios de defensa han concluido que, en el marco de una necesidad creciente de mejorar la seguridad en África, Rusia puede ser un gran proveedor y aliado. Además, entienden que es fundamental el desarrollo de sus relaciones en el ámbito militar y técnico-militar. El teniente general Yassin Ibrahim, ministro de defensa sudanés, manifestó qué “apreciamos mucho el papel de la Federación Rusa en el mantenimiento de la paz y la seguridad en el mundo“.
Con respecto a Argelia, este país representa el 3% de las ventas militares de Rusia. En el último tiempo, cabe resaltar, ambos países han estado negociando un contrato por una compra de cincuenta MIG 29 por 1.500 millones de dólares. Cabe recordar que, recientemente, Argelia compró 22 aviones Su-24 Fencer, misiles de crucero antibuque Kh-35 y helicópteros de transporte rusos.
Asimismo, los rusos buscan ampliar las alianzas con los países del Sahel, región que se ha caracterizado en los últimos años por sufrir una serie de golpes de Estado perpetrados por las Fuerzas Armadas, como ha ocurrido en Malí, Burkina Faso, Chad y Níger.
Una de las causas de estos golpes militares ha sido el malestar generalizado por la presencia francesa y sus tendencias neocolonialistas, además de las acusaciones por la ineficacia en el combate contra la insurgencia yihadista en la región. Al ser expulsada por los nuevos gobiernos de facto, Francia dejó un vacío de poder que busca ser cubierto por los rusos. En este sentido, cabe señalar que ya se había registrado presencia de tropas del Grupo Wagner.
El coronel Sadio Camara, ministro de Defensa y Asuntos de Veteranos de Malí, se ha mostrado a favor de la llegada de Rusia como un gran aliado. Según él, la relación con Rusia es fundamental para mejorar las capacidades técnicas y tácticas de sus Fuerzas Armadas, así como también para mejorar el desarrollo tecnológico y militar del país africano.
El Dr. Shaabani Nzori, experto de las relaciones entre África y Rusia basado en Moscú, expresó que “durante estos años, Rusia ha priorizado mucho la esfera militar en África. (…) Hasta ahora, no podemos señalar proyectos de infraestructura rusos completados en África. Hay muchas áreas de inversión. ¡Lo importante en estos días es que Rusia tiene que ir más allá de vender armas a África! Aun así, Rusia tiene la oportunidad de transferir su tecnología a la agricultura y las industrias en África“.
