Este miércoles Moscú ejecutó una ofensiva con misiles balísticos, de crucero y drones sobre zonas urbanas del territorio ucraniano. Zelensky calificó de «inhumano» el ataque que provocó daños en el sistema energético del país.
Como consecuencia de los bombardeos, se registraron apagones en Kiev y otras ciudades. Asimismo, aproximadamente 500.000 personas se quedaron sin calefacción en la región de Jarkov, con temperaturas de apenas algunos grados centígrados sobre cero. Según informó el gobierno de Ucrania, fueron lanzados unos 70 misiles balísticos y de crucero, de los cuales más de 50 habrían sido interceptados por las defensas ucranianas, y más de 100 drones, de los que se derribaron unos 54.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso comunicó que se había llevado a cabo un «ataque masivo» contra instalaciones energéticas críticas que suministran el complejo militar industrial de Ucrania.
Estados Unidos reforzará su apoyo tras el ataque navideño
Rápidamente Joe Biden condenó el accionar ruso y mencionó que había instruído al Departamento de Defensa para continuar con el aumento de los envíos de armas a Ucrania, afirmando que el propósito del ataque era impedir el acceso del pueblo ucraniano a la calefacción durante el invierno. El actual presidente señaló que Moscú atacó en el día de navidad de manera deliberada, en línea con las declaraciones de Zelensky.