El pasado lunes 24 de julio, el presidente ruso, Vladimir Putin, firmó el proyecto de ley que le dará curso legal al rubro digital, una moneda digital emitida por el Banco Central de la Federación Rusa. La misma entrará en vigor el próximo 1 de agosto.
Las monedas digitales emitidas por los bancos centrales se caracterizan por la evolución digital y criptográfica de las monedas fiat, con la diferencia de que son activos centralizados controlados por el gobierno y su Banco Central. Es decir, utilizan la digitalización intentando optimizar sus ventajas, pero manteniendo parámetros típicos de las monedas fiat. En este sentido, son emitidas y reguladas por el Banco Central, además de que su valor está atado a la moneda nacional.
La aprobación de la ley por parte de Putin se da en un contexto de múltiples sanciones occidentales a la economía rusa, combinadas con la creciente inflación por la guerra en Ucrania. Desde Decrypt, por ejemplo, comentan que, gracias a la nueva ley, los rusos podrán realizar pagos y transferencias desde sus billeteras digitales, que estarían dentro de la plataforma del Banco Central o de uno de sus bancos asociados. Además “la CBDC solo se puede utilizar para pagos o transferencias, no para préstamos o depósitos, según el banco central” de la Federación Rusa.
La gobernadora del Banco Central de Rusia, Elvira Naibullina, resaltó que, si bien los rusos no estarían obligados a adoptar el rublo digital, tiene la esperanza de que más personas consideren hacerlo. “Si quieren, lo usan. Si no quieren, no lo usan“, dijo la gobernadora, según medios estatales rusos.
Los beneficios de las monedas digitales son similares, aunque no idénticos, a los conocidos sobre el uso de las criptomonedas, que comentamos en un artículo anterior. A grandes rasgos, algunos de los beneficios son:
- la inmediatez de las transacciones;
- la baja carga impositiva;
- la disminución de los costos de su emisión;
- la inclusión financiera; y
- el aumento de la seguridad del sistema monetario.
Sin embargo, la transición hacia un sistema financiero más digitalizado requerirá tiempo y esfuerzo, aunque es cierto que podría abrir el camino hacia nuevas oportunidades y mejoras en el sistema monetario del país. A medida que se desarrollen las pruebas y se vayan superando los desafíos, será interesante observar cómo evoluciona la adopción del rublo digital en Rusia y qué impacto tendrá en la economía y en la vida cotidiana de los ciudadanos.