En su reciente viaje a Europa, el mandatario paraguayo y actual presidente pro-tempore del Mercosur, Santiago Peña, afirmó estar “seguro de que no ocurrira este año” refiriendose al acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea.
A su vez, se abstuvo de dar por “muerto” el acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y los países del Mercosur. No obstante, reconoció la importancia de “manejar las expectativas”, indicando que se debe asumir que la firma no ocurrirá a lo largo de 2024.
El acuerdo alcanzado en 2019 estableció los pilares comerciales principales para la celebración de un Tratado de Libre Comercio, aunque este documento no posee carácter legal. El acuerdo fue el resultado de 20 años de negociaciones y el puntapié inicial para la celebración del Tratado de Libre Comercio (TLC).
Este acuerdo, en caso de volcarse en un TLC, resultaría en la eliminación los aranceles del Mercosur sobre el 91% de las importaciones europeas, mientras que la Unión Europea lo haría en un 95%. En términos de distribución, del lado europeo, la cobertura es del 99% en el sector industrial y del 82% en el agrícola, estableciéndose cuotas para productos como carnes, pollo, cerdo, azúcar, etanol, arroz, miel, maíz, queso y leche, especialmente sensibles y resistentes al acuerdo.
En cambio, el Mercosur negoció cronogramas de desgravación más extendidos para sectores como vehículos de pasajeros y calzados. A diferencia de las cuotas europeas, estos sectores se integrarían completamente al libre comercio entre ambas regiones en un plazo de 15 años.
Este acuerdo experimentó diversas modificaciones desde su aprobación en 2019. Inicialmente, el panorama no era alentador, pero cobró impulso nuevamente tras intensas negociaciones lideradas por el anterior presidente pro tempore del Mercosur, Lula da Silva. Este dedicó sus esfuerzos a renegociar el acuerdo con el objetivo de lograr su aprobación en la Cumbre de Río de 2023. A pesar de los esfuerzos del presidente brasileño, no tuvo éxito.
El miércoles en España, Peña expresó: “Venimos a ofrecer más que a pedir”, reconociendo al mismo tiempo la importancia histórica, política, cultural y económica de España como la “puerta de entrada” a Europa para los productos paraguayos.
En cuanto a las prolongadas negociaciones para el acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mercosur, Peña destacó la necesidad de manejar las expectativas, evitando declarar el tema como cerrado. Afirmó: “Estoy seguro de que no ocurrirá este año. Creo que debemos ser muy honestos con nosotros mismos“. Además, añadió que las condiciones por parte de la Unión Europea no están dadas, aunque los países del Mercosur están más que preparados para avanzar.
Peña argumentó que, aunque el acuerdo ofrecía “oportunidades” para los países de la UE, existían “tensiones” y “sensibilidades” debido a que “competir con los productores agrícolas del Mercosur es imposible”, dada la mayor magnitud de los países sudamericanos en comparación con los europeos.
“En verdad, soy un ferviente defensor de la integración de los mercados y creo que es de interés para los consumidores de la Unión Europea, pero también requerirá un esfuerzo político para compensar de alguna manera a los sectores afectados”, explicó Peña, sugiriendo que los subsidios podrían ser una opción, aunque no de manera permanente.
Peña sostuvo que una de las grandes fortalezas de la globalización es abrirse a “regiones del mundo que pueden producir estos mismos productos a precios más competitivos”.
Mientras Francia e Irlanda abogan por “cláusulas espejo” para asegurar que las importaciones del Mercosur cumplan con los mismos estándares impuestos a los agricultores europeos, Peña subrayó que ni el Mercosur ni Paraguay se quedarán de brazos cruzados esperando las decisiones europeas. Además, destacó la reciente firma de un acuerdo de libre comercio con Singapur y las negociaciones avanzadas con Emiratos Árabes Unidos.
“Como parte activa del Mercosur, Paraguay continuará promoviendo la integración en todos los mercados, y confiamos en que Europa pueda reconocer las oportunidades que también brinda”, enfatizó Peña.
En su último día en España, Peña sostuvo encuentros separados con el rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En redes sociales, compartió: “Con Su Majestad el Rey, Don Felipe de Borbón y Grecia, compartimos la visión de una Iberoamérica más integrada, basada en proyectos comunes que podamos llevar a cabo juntos en beneficio de nuestro pueblo”. También elogió a España como el quinto mayor inversor a nivel mundial.