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The Guardian: Gran Bretaña necesita abandonar sus delirios de imperio, y renunciar a Chagos es un buen comienzo

Un reconocido periodista británico criticó al Reino Unido por los costos que implica la protección de los territorios de ultramar, como las Malvinas.

Publicado el 8 de octubre de 2024 por Redacción Radar Internacional
The Guardian: Gran Bretaña necesita abandonar sus delirios de imperio, y renunciar a Chagos es un buen comienzo

A una semana de que el Reino Unido acordara entregar el Archipiélago de Chagos a Mauricio, un columnista de The Guardian arremetió contra las prácticas colonialistas de Gran Bretaña, celebrando la entrega de Chagos y afirmando que el “Imperio británico” es un problema para los gobiernos.

El Partido Laborista dice que está comprometido con otros “territorios de ultramar”, pero ¿por qué? Estos sueños de la era colonial le están costando caro al país.

Simon Jenkins, autor del artículo, y un formador de opinión en amplios sectores de la sociedad británica, apoyó la entrega de Chagos, pero cuestionó la decisión de conservar la base militar situada en la isla Diego García, uno de las condiciones del acuerdo que se hizo público la semana pasada.

Jenkins enfatizó en los enormes costos financieros que implica el mantenimiento de los 14 territorios de ultramar a cargo del Foreign Office, en los cuales “la bandera seguirá flameando, la Armada Real seguirá haciendo guardia y cantando el himno”, sentenció irónicamente.

Continuando con su crítica, señaló que el costo de algunos territorios se aminoró luego de que el gobierno les permitiera convertirse en paraísos fiscales que año a año privan a los contribuyentes británicos de miles de millones de dólares. Asimismo, sostuvo que dos dependencias continúan siendo problemáticas para el Reino Unido: Gibraltar y las Islas Malvinas.

La semana pasada, luego de que el acuerdo para entregar Chagos cobrara trascendencia, el Reino Unido emitió un comunicado en el cual afirma que el archipiélago cedido a Mauricio, y las Islas Malvinas, constituyen casos distintos. En esta línea, hace unos días Stephen Doughty, ministro británico, afirmó que la soberanía de las Islas Malvinas, Gibraltar, o cualquier otro territorio de ultramar no está en discusión.

Frente a lo expresado por el funcionario, Jenkins señala que la defensa de los 3.600 habitantes de la isla le está costando a Gran Bretaña unos USD 80 millones al año, “algo inexcusable”. A continuación, el columnista de The Guardian afirmó que el único futuro que tiene sentido, en términos económicos, para las islas, está en su territorio continental adyacente, y aseveró que el gobierno británico gasta dinero fingiendo ser un imperio, tanto en el Índico como en el Atlántico.

Antes de la Guerra en 1982, el gobierno de Margaret Thatcher estaba negociando una transferencia. Como en el caso de Hong Kong, la historia y la proximidad geográfica hicieron que un acuerdo fuera lógico, a pesar de la preocupación de los isleños. Sólo la acción temeraria del régimen militar de Argentina arruinó las conversaciones. Pero eso fue hace 42 años. Si Thatcher pudo ver esto en 1982, como vio más tarde la necesidad de descolonizar Hong Kong, ¿por qué no puede verlo hoy Keir Starmer? Los delirios de grandeza nunca cesan.

– Simon Jenkins

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