En un hecho sin precedentes en la historia surcoreana, un tribunal surcoreano autorizó una orden de arresto en contra del presidente Yoon Suk-Yeol, desplazado de la máxima jefatura del país luego del escándalo de la ley marcial a inicios de diciembre. Al ser suspendido del cargo, se le encomendó al Tribunal Constitucional la tarea de realizar las investigaciones pertinentes y decidir si Yoon es restituído o destituído finalmente.

En tanto, este martes un Tribunal del distrito oeste de Seúl decidió hacer lugar a las peticiones de los investigadores del caso, y aprobar una orden de arresto en contra de Yoon, ante la probabilidad de que el presidente ignore las citaciones para presentarse en el juicio. El delito de insurrección, atribuído a Yoon, es uno de los únicos frente a los cuales el presidente no tiene inmunidad. De este modo, Yoon se convierte en el primer mandatario surcoreano en enfrentarse a una orden de arresto.

Por otro lado, el juicio político en contra del presidente se está llevando a cabo en el Tribunal Constitucional, encargado de tomar una decisión definitiva sobre la continuidad de Yoon en el cargo. Si el Tribunal decide desplazarlo de forma definitiva, deberán celebrarse elecciones anticipadas. Mientras tanto, la crisis política que atraviesa el país desde principios de mes continúa profundizándose.