Este miércoles Trump ordenó suspender un acuerdo petrolero entre Estados Unidos y Venezuela que le otorgaba a Chevron una concesión para extraer hidrocarburos en el país sudamericano. Según el presidente, la decisión se debe a que el régimen bolivariano no ha mostrado avances en materia de reformas electorales y tampoco ha recibido muchos migrantes.
El acuerdo en cuestión había sido firmado en 2022, durante la administración Biden, como parte de un conjunto de medidas orientadas a suavizar las sanciones sobre el gobierno venezolano para incentivar la realización de elecciones libres y democráticas. Pero más tarde, el antecesor de Trump restableció las sanciones debido a la falta de resultados por parte del régimen de Maduro. Sin embargo, la licencia concedida a Chevron había permanecido intacta.
La concesión otorgada a Chevron y otras compañías extranjeras de la industria del petróleo le habían proporcionado al gobierno venezolano una importante fuente de ingresos desde comienzos del 2023. Tanto la producción anual como las exportaciones aumentaron debido a las licencias concedidas por Washington, por lo que la nueva medida de Trump es un duro golpe para Maduro.
«El gobierno de Estados Unidos ha tomado una decisión dañina e inexplicable al anunciar sanciones contra la empresa estadounidense Chevron» sostuvo a través de su cuenta de Telegram la vicepresidente venezolana Delcy Rodríguez. Por su parte, Trump apuntó contra el régimen bolivariano por el incumplimiento de las «condiciones electorales» que demandaba el acuerdo, y dijo que Maduro no está repatriando a sus migrantes al ritmo que se había acordado.