¿Cómo son estos nuevos buques? ¿Qué rol jugarán en la actual visión estratégica de Ankara?
Autonomía estratégica para Turquía
Desde su llegada al poder, el gobierno de Recep Tayyip Erdogan ha promovido activamente su intención de reconstruir la capacidad de influencia turca en la gestión de los asuntos regionales. Su ubicación geográfica confiere a este país una posición estratégica única como punto claro de conexión entre Medio Oriente, África, el este de Europa y Asia. Asimismo, debido a su pasado, sus actuales intereses se concentran principalmente en el Mar Negro, el Mar Egeo, los países turcófonos y en especial aquellos territorios que integraban el antiguo Imperio Otomano.
En ese sentido, la presencia político-militar a través de medios aéreos y navales se vuelve un elemento primordial para las ambiciones de Ankara. Y ante la necesidad de garantizar márgenes de maniobra en la toma de decisiones estratégicas, las autoridades de Turquía han promovido la construcción local de insumos militares tecnológicamente avanzados como buques y drones de combate.
El programa MILGEM
Dado el enfoque marítimo de sus intereses, el programa MILGEM para la producción de buques nacionales con empleo de tecnología militar propia es uno de los más ambiciosos actualmente puestos en marcha por la Republica de Turquía. De momento, el proyecto abarca la construcción de 32 nuevas embarcaciones para modernizar la armada turca.
En detalle, el proyecto consta de cuatro corbetas de guerra antisubmarina clase Ada, una corbeta ELINT, ocho fragatas multipropósito clase Estambul, diez patrulleros oceánicos clase Hisar, ocho destructores de guerra antiaérea clase TF-2000 y un portaviones de diseño propio. Además, gracias a que el programa también se orienta hacia la exportación, la industria militar turca ya cuenta con pedidos de cuatro corbetas clase Babur para la Armada de Pakistán y dos corbetas clase Ada para la Armada de Ucrania.
En tanto, las ceremonias inaugurales de corte de acero para los futuros buques de la armada turca se celebraron durante los primeros días de enero. Mientras que los trabajos para el primer submarino clase MILDEN se llevan a cabo en el astillero naval de Gölcük, los astilleros navales de Estambul se centraran en la construcción de los futuros destructores clase TF-2000 y el portaviones clase MURGEN.
Submarino clase MILDEN
Debido al secretismo general que rodea a las operaciones submarinas, la Armada turca sólo ha compartido detalles limitados respecto del proyecto. De momento, se conoce que se trata de un submarino diésel-eléctrico, con 80 metros de eslora y una capacidad proyectada para desplazar 2.700 toneladas.
Asimismo, se reveló que contará con un sistema de propulsión independiente de aire (AIP) que mejorara su capacidad de sigilo y resistencia operativa. No solo se espera que este sistema le permita mayor autonomía en inmersión en comparación a otros submarinos existentes, sino que además lo habilite a permanecer sumergido por lapsos de tiempo mas prolongados, lo cual reduciría su vulnerabilidad a la detección e incrementaría su valor estratégico.
Como resultado de los esfuerzos realizados, los submarinos MILDEN incorporarán una amplia cantidad de sistemas de sensores y armamento desarrollado por la industria de defensa de Turquía. Entre ellos, pueden destacarse los torpedos pesados AKYA, los misiles antibuque ATMACA y la probable capacidad de atacar objetivos terrestres a través del lanzamiento del misil GEZGIN, actualmente en desarrollo por parte de ROKETSAN.
En suma, el submarino en cuestión se perfila como un activo crucial para monitorear actividades en el Mar Negro, donde Rusia mantiene una presencia dominante. Además, podría desempeñar un papel disuasorio en el Mar Egeo, un área de disputa constante con Grecia debido a las reclamaciones territoriales y los derechos sobre recursos energéticos.
Destructores clase TF-2000
Diseñados como instrumentos de combate aeronaval, la misión principal de los buques TF-2000 será detectar e interceptar misiles balísticos y teledirigidos, además de contar con tradicionales capacidades de combate naval. Luego de una serie de modificaciones en el diseño, la configuración actual presenta un buque de 149 metros de eslora, 21,3 metros de manga y un calado de 5,75 metros, con un desplazamiento de 8.300 toneladas.
El TF-2000 será impulsado por un sistema de propulsión CODOG, que le permitirá alcanzar velocidades de hasta 26 nudos o más. Está armado con un cañón principal de 127 mm, dos estaciones de armas teledirigidas de 25 mm y un sistema de armas cuerpo a cuerpo Gökdeniz de 35 mm.
En cuanto a sus capacidades de defensa antiaérea, dispondrá de un sistema combinado de lanzamiento vertical de 96 células que se espera alojen misiles de defensa aérea Siper e Hisar y misiles de crucero tipo Gezgin. El conjunto principal de sensores incluye el sistema de radar phased array ÇAFRAD, que proporciona un alcance de detección de 450 km.
La puesta en servicio de estos navíos representará una importante apuesta de la industria militar local para garantizar la seguridad de los activos marítimos de Turquía, incluyendo sus nuevos y futuros portaaviones.
Portaaviones clase MUGEN
Según información de la Armada turca, el Portaaviones Nacional (MUGEN) medirá 285 metros de eslora, 75 metros de manga y tendrá un calado de 10 metros, con un desplazamiento previsto de 60.000 toneladas, más del doble que el mayor buque de guerra actual de Turquía, el TCG Anadolu. Las dimensiones del MUGEN se asemejan mucho a las de los portaaviones británicos de la clase Queen Elizabeth.
La colosal embarcación tendrá una configuración de despegue corto y recuperación con barrera de seguridad (STOBAR) con una sola pista y un salto de esquí con un ángulo de aproximadamente 12-14 grados. El diseño incluye una única isla en el lado de estribor, con un elevador de aviones situado a proa de la isla y otro a popa. Los planes preliminares indican tres puntos de despegue: uno para el avión no tripulado de combate TB-3 UCAV cerca del nivel del puente, otro en diagonal a babor para el avión tripulado Hürjet, y el tercero a babor para el avión no tripulado Kızılelma. Asimismo, tendrá tres cables de detención y una cubierta en ángulo para los aterrizajes.
El portaaviones clase MUGEN, simboliza el salto de Turquía hacia una fuerza naval de proyección global. Su capacidad para operar drones de combate, junto con aeronaves tripuladas, podría cambiar el equilibrio de poder en la región, permitiendo a Turquía intervenir de manera efectiva en escenarios de alta complejidad.
El Programa MILGEM y los desafíos geopolíticos de Turquía
En conjunto, el programa MILGEM no solo fortalece las capacidades defensivas de Turquía, sino que subraya su intención de jugar un rol central en el devenir de la geopolítica regional. La participación activa de sus industrias en el desarrollo de tecnologías avanzadas garantiza la autonomía estratégica del país frente a las cadenas de suministro globales y lo protegen frente a la dependencia en la importación de insumos militares. Bajo el programa MILGEM destaca el desarrollo de tecnologías eléctricas, de telecomunicaciones y de sensores, así como sistemas de propulsión y armamento que se incorporarán a los buques, garantizando la autonomía estratégica.
Una vez en servicio, estos nuevos activos le permitirán a Turquía mostrarse como un actor cada vez más influyente y dispuesto a enfrentar potenciales amenazas a sus intereses geo-estratégicos. Principalmente aquellas que puedan provenir de Grecia y Chipre en el Mar Egeo o de Rusia en el Mar Negro.