El día lunes 31 de julio, la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA; por sus siglas en inglés) ha confirmado los enfrentamientos entre grupos palestinos que se llevaron a cabo durante gran parte del fin de semana en el campo de refugiados Ain Al-Helweh, los cuales han provocado la muerte de 11 personas, junto con más de 40 heridos y miles huyendo del campamento.
Según reportes, el conflicto comenzó cuando militantes islámicos asesinaron a un general de Fatah, movimiento leal al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas. A partir de ello, disparos y bombardeos inundaron las calles de Ain Al-Helweh durante tres días.
Ain Al-Helweh es un campamento de refugiados en la ciudad costera libanesa de Sidon que alberga a más de 60.000 palestinos, el cual fue creado en 1948, luego de la Declaración de Independencia de Israel y la Primera Guerra árabe-israelí. El aumento exponencial en la población dentro del campo, muchos de los cuales provienen de Siria, ha hecho que los choques entre facciones sean muy comunes en el campamento.
“La UNRWA hace un llamado urgente a todas las partes para que vuelvan inmediatamente a la calma y tomen todas las medidas necesarias para proteger a los civiles, incluidos los niños“, declaró la agencia de las Naciones Unidas.
Si bien una tregua fue acordada durante la tarde del sábado, la misma no se sostuvo y la violencia retomó su curso de inmediato. Luego, pasados dos días completos de enfrentamientos, una segunda tregua tomó lugar, y persistió, pero la estabilidad y seguridad en el campamento pende de un hilo.
Cabe resaltar que las fuerzas armadas de El Líbano no intervienen en ninguno de los campamentos de refugiados ubicados en el país, sino que dejan la seguridad en manos de las propias facciones palestinas. Ni siquiera en los distritos más pobres y con mayor tendencia a la violencia armada.
“Huimos del lugar de los enfrentamientos, llueven balas en las calles“, le dijo una señora de 75 años a una agencia de noticias con presencia en el campamento. Se han registrado alrededor de 2.000 refugiados escapando el campamento, principalmente niños, mujeres y ancianos.