En primer lugar, el martes llego el dato de inflación al productor (PPI), el cual fue de 0,1% intermensual, por debajo del 0,2% que esperaba el mercado. Si observamos la inflación al productor sin contar los precios de alimentos y tecnología (PPI Core), fue aún mejor. Se consideraba que podría venir cercano al 0,2%, sin embargo, el valor final fue de 0,0%.
En segundo lugar, el miércoles se dieron a conocer los datos de inflación al consumidor (CPI). Intermensual, estuvo en línea con las expectativas, las cuales eran del 2%. Tomando la inflación interanual, el dato fue levemente mejor a lo esperado, los analistas estimaban un 3% y finalmente fue del 2,9%.
En tercer lugar, la variación en las ventas del segmento retail fueron la sorpresa. El sector creció 1% en el último mes cuando se esperaba un crecimiento del 0,3%. Por su parte, las ventas minoristas, excluyendo alimentos y tecnología, crecieron 0,4% en julio, por encima del 0,1% que proyectaban los economistas en Wall Street. Datos muy importantes, ya que, muestran como el consumo se mantiene persistente más allá del alto costo de endeudamiento y las subidas de precios.
Por consecuencia, la expectativa del mercado ante una posible recesión es muy optimista. Según una encuesta realizada por el Bank of América, el 76% de los analistas creen que se logrará llegar a la meta de inflación, del 2%, evitando una recesión (“soft landing”). Por el contrario, el 13% creen que se podrá llegar a la meta de inflación, pero a costa de atravesar una recesión (“hard landing”). Por último, el 8% considera que no se llegara a la meta de inflación.
Con respecto a las tasas de interés, se espera que la Reserva Federal cambie su política monetaria. El consenso del mercado es que, con seguridad, lo hará en septiembre. “No creo que realmente haya debate sobre si la Fed va a recortar tasas en septiembre”, expresó Kelsey Berro, analista de JP Morgan Chase, a Yahoo Finance. Los analistas discuten si lo hará un 0,25% o 0,50%. Luego de los datos de esta semana, donde se ve una inflación descendiendo a un buen ritmo y una actividad que parecería seguir firme, se estima que no hay necesidad de una baja del 0,50% de la tasa de interés.
“Más datos como estos podrían aliviar las preocupaciones de que la economía se inclina hacia una recesión y quitar presión a la Reserva Federal para que reduzca las tasas más agresivamente de lo que les gustaría”, dijo Chris Larkin, director gerente de comercio e inversión en E-Trade de Morgan Stanley.
Finalmente, luego de unas semanas de incertidumbre y miedo, el mercado logra estabilizarse. Ya descuenta una bajada de las tasas en septiembre, nota que la actividad económica no se está deteriorando como temía y ve una inflación controlada. Fue una semana mas que positiva en varios aspectos y hay optimismo en Wall Street de cara al futuro.